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Martes 26 de noviembre de 2019

Compromiso de la Iglesia con los DD.HH.: “La paz solo puede construirse sobre la base de la justicia”

Haciendo presentes a quienes han sido violentados en estos días en Chile, la Iglesia volvió a comprometerse con el respeto a los derechos humanos, al igual que lo hiciera hace 41 años, en el marco del Simposio Internacional de DD.HH., convocado por el entonces Arzobispo de Santiago Raúl Silva Henríquez.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Vicaría Pastoral Social Caritas

El sábado 25 de noviembre de 1978, se desarrollaba en la Catedral Metropolitana el Simposio Internacional de Derechos Humanos, que concluyó con la lectura de la Carta de Santiago, en la cual representantes de iglesias, organismos internacionales y asociaciones humanitarias exhortaban a cada hombre y mujer "para que asuma la defensa y promoción de sus propios derechos y dignidad, considere como deber absoluto el respeto de los derechos ajenos".

Conmemorando el histórico hito, este lunes 25 de noviembre representantes de la Iglesia de Santiago, comunidades parroquiales y organizaciones volvieron a leer la Carta de Santiago y al igual que en 1978 declaró: "la paz solo puede construirse sobre la base de la justicia".

Durante el acto, se encendió la llama del cirio de los derechos humanos, renovando así el compromiso de luchar para que todo hombre y toda mujer tenga derecho a ser persona. Luego, se prendieron velas por los hermanos y hermanas violentadas en estos días; por las 43 personas heridas por balas, por las más de mil personas heridas por perdigones, y más de 200 hermanos con heridas oculares y por las personas fallecidas.

Monseñor Celestino Aós, Administrador Apostólico de Santiago, señaló que "como cristianos reconocemos la dignidad de toda persona humana y en todas las circunstancias, desde el momento de su concepción hasta que muere. Nos duele en la historia constatar cómo cada pecado ofende a Dios y al mismo tiempo lesiona la dignidad humana. Hoy estamos sometidos a la presencia del pecado, a la presencia del mal, que se hace violencia, que se hace injusticia, y por eso que hemos querido recordar el pasado, pero mirando también el presente, para renovar nuestro compromiso de ser todos agentes de paz, mensajeros de verdad y de justicia ser instrumentos de Dios para crear un Chile nuevo y mejor".

El padre Jorge Muñoz, Vicario de la Pastoral Social Caritas invitó a cada uno a "sembrar esperanza, paz, justicia. No nos cansemos de pedir esa paz que brota de la justicia", señaló.

Entre las personas que participaron de este acto estuvo Patricia Recabarren, "estoy aquí por los jóvenes, por mi familia detenida desaparecida. En el año 1973 esta fue nuestra casa, la Vicaría de la Solidaridad", dijo. En su mensaje también pidió que la Iglesia "se comprometa hoy, como lo hicieron hace años atrás. Debemos acoger al hermano, acoger a estos Abel que están exigiendo".

El diácono René Alvarado y su esposa, María Ponce, miembros de la parroquia San Pedro y San Pablo también estuvieron en el encuentro, "esto es para renovar un compromiso con la dignidad", dijo René. "Hay que hacer valer los valores de la vida", dijo María quien llamó a la Iglesia "saque una voz más fuerte, tenemos que sacar la caridad del pecho, sacar la cara para defender a los chiquillos que están luchando por nosotros".

Nike Muñoz, de la parroquia Sagrada Familia, de Quilicura, señaló, "es esencial y prudente que los pastores hagan visible la opción concreta de Jesús que son los pobres. La Iglesia tiene que hacer presencia, estar visible, y decir que se están violando los derechos humanos".

Parte de la cantata de los Derechos Humanos, escrita por el sacerdote de los Sagrados Corazones, Esteban Gumucio fue cantada durante la actividad.

La actividad fue convocada por la Vicaría de Pastoral Social Caritas y la Coordinadora #PazdeJusticia, integrada por religiosos, religiosas, laicos y laicas.