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Jueves 6 de julio de 2017

Despedida de P. Harry Peterson entre alabanzas y pañuelos blancos

Con una misa de exequias presidida por el cardenal Arzobispo de Santiago Mons. Ricardo Ezzati, en el templo de la Gratitud Nacional, cientos de personas dieron el último adiós al reconocido sacerdote salesiano.

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

Sorpresiva fue la muerte del sacerdote salesiano P. Harry Peterson, quien durante sus 47 años en Chile sembró y cosechó cariño a raudales, con su palabra amiga así como evangelizando en persona y a través de los medios de comunicación. Después de haber votado en las elecciones primarias del domingo, a sus 84 años, se desvaneció.

Sin embargo, pese a lo abrupto del deceso, durante su velorio y misa de exequias, presidida por el Cardenal Ricardo Ezzati ayer a las 14:30 horas en el templo Gratitud Nacional, más que lágrimas predominó la alegría: alabanzas, cantos, testimonios y agradecimientos a Dios por su vida, de parte de una multitud en su mayoría miembro o cercana al movimiento de la Renovación en el Espíritu, al que este religioso norteamericano se unió en agosto del '73.

"Él se dedicó a cuidarnos a todos, por eso lo despedimos como se merece, con cantos y alegría. Ya lloramos harto porque no lo vamos a seguir viendo aquí, pero estamos contentos porque él ya se fue con Jesús", expresó María Eliana Arredondo.

La eucaristía fue concelebrada por una veintena de religiosos, entre ellos, su hermano Jorge Peterson, monje trapense; y el vicario inspectorial de los salesianos en Chile P. David Albornoz.

Durante la homilía, el superior salesiano recordó la "buena disposición, lucidez intelectual, inquietud sincera por buscar la voluntad de Dios" del padre Harry.

Destacó que durante sus 47 años en tierra chilena, el P. Harry fue sacerdote, pastor, comunicador radial, escritor de boletines y folletos evangelizadores, deportista, sanador de almas, sensible con la realidad del mundo y de la Iglesia. Así también, ocupó cargos en distintas obras de la congregación en Punta Arenas, Santiago, Puerto Natales, Porvenir, Concepción, Talca e Iquique; fue asesor de Encuentro Matrimonial y, desde agosto del '73, fue miembro del Movimiento carismático, "lo que marcó su empuje apostólico". Además, en 1981 comenzó su experiencia de evangelización a través de los medios de comunicación.

"Al orar por el P. Harry y hacer memoria agradecida de su empuje evangelizador, dejémonos tocar por la acción del Espíritu que renueva nuestra vida desde dentro", expresó el vicario.

Por su parte, su hermano trapense comentó: "El P. Harry era un hombre de oración, oración alimentada por las escrituras; oración fiel, todos los días. Un hombre de fe, de entrega, de amor a todos a quienes quiso llegar. Fueron muchísimos, muchísimos, ¡solo Dios sabe cuántos!". Y luego leyó un testimonio de una mujer para reflejar "cómo él llegaba a las personas, de manera muy sencilla y con mucha sabiduría".

Posteriormente y entre aplausos, el Cardenal y los sacerdotes se acercaron al ataúd para realizar el rito de despedida, siendo acompañados enérgicamente por la numerosa asamblea, la que finalmente le despidió con más cantos y agitando pañuelos.
La procesión fúnebre se trasladó al Cementerio Católico, donde se le realizó el último adiós, quedando los restos del P. Harry en el mausoleo de la congregación salesiana.