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Domingo 22 de noviembre de 2020

En Villa Francia vuelven a celebrar la misa a meses de la pascua de Mariano Puga

Miembros de la comunidad “Cristo Liberador” estaban nerviosos, ansiosos y contentos ante la inminencia de la eucaristía este pasado Domingo de Cristo Rey: el 14 de marzo de este año falleció el padre Mariano Puga, que sirvió pastoralmente en esta capilla; una semana después, comenzó la cuarentena y ya no pudieron reunirse de forma presencial sino hasta este día.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Por eso, antes de la misa, que presidió el obispo auxiliar Cristián Roncagliolo, feligreses de esta unidad pastoral compartieron sus impresiones y experiencias de este tiempo de pandemia y ausencia de una asamblea presente. Señalaron haber vivido angustias, esperanzas, solidaridad, temores, incertidumbres, pero también un tiempo de reflexión y oración. Después de proclamar el Evangelio, varios de los presentes destacaron las frases que más les llamaron la atención del texto, como “tuve hambre y me diste de comer”, “estuve enfermo y me visitaste” o “cuanto hicieron con uno de mis hermanos a mí me lo hicieron”.

En la homilía, el padre Cristián afirmó que “el Señor se hace presente en los más humildes, en los más sufrientes”. Señaló que a veces pensamos que el Señor está lejos, pero “se nos olvida este Evangelio, que nos dice que está tan cerca, en el hermano, en el de al lado de uno, en el que sufre, en el enfermo o en el llevado por la droga, en el hermano que nos cuesta tratar en la comunidad”. Luego enfatizó: “Cristo es nuestra esperanza, camina con nosotros y nos va mostrando el camino, aunque a veces no lo vemos”.


Jesucristo está muy cerca

Luego animó a que en la semana cada uno se pregunte dónde está Cristo. “Y yo les aseguro que está súper cerca, al ladito”, y nos invita, dijo, a que lo vayamos a buscar en los más necesitados. Pero, expresó, Cristo está en cada uno de nosotros, “porque también nosotros somos frágiles, pecadores en camino de conversión”, por lo que invitó a buscar el rostro de Cristo y a dejarse renovar por su amor.

Por último, tuvo palabras de recuerdo del padre Mariano, y señaló que esta primera misa desde su pascua “es una oportunidad preciosa para pedir a Dios que le dé el descanso eterno y nosotros, siguiendo el ejemplo del pastor, podamos trabajar por la comunión”. Terminada la homilía, intervinieron algunos de los presentes, para recordar al padre Puga y otros sacerdotes que sirvieron a esta comunidad, ocasión en que Carla Menares expresó al obispo que “el Evangelio nos hace un llamado urgente para estar donde hay que estar”, y pidió que “como Iglesia seamos firmes en esto, con el Evangelio”, y que no solamente haya declaraciones “cuando tristemente nos queman un templo”, sino también cuando hay sufrimientos concretos por carencia de medios.

Al término de la misa, Angélica Ponce, coordinadora de esta capilla, en la que participa desde hace 35 años, explicó que todo este tiempo la comunidad ha seguido activa con celebraciones de la Palabra vía on line, pero que a partir del próximo domingo podrán celebrar presencialmente la misa, con el padre Fernando Díaz, del Verbo Divino.

Juan Pedro Vera, por su parte, que lleva 37 años en la comunidad Cristo Liberador, cuenta que este “ha sido un día especial, teniendo acá al padre Cristián Roncagliolo para darnos la bendición después de ocho meses sin compartir la Cena del Señor. Esto tiene un sentido espiritual y nos deja muy motivados”.