Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Jueves 11 de julio de 2019

Estreno Documental. Enrique Alvear, el obispo de los pobres

El obispo Enrique Alvear (1916 – 1982) fue un hombre de una profunda fe y de una gran capacidad de lucha por los excluidos y perseguidos de la sociedad en una época particularmente compleja, como lo fue la dictadura militar. Su sello fue acercar la Iglesia y mostrar el compromiso inherente con la defensa de los derechos humanos. Su vida y liderazgo se verán en el documental “Enrique Alvear, el obispo de los pobres”, que se estrena este 17 de julio en el Centro Cultural La Moneda.

Estoy dispuesto a cambiar lo que deba cambiar…” así se escucha a don Enrique Alvear en el documental que el próximo 17 de julio, a las 19:00 horas, se estrenará en la Cineteca del Centro Cultural La Moneda (Plaza de la Ciudadanía 26). Material audiovisual inédito, imágenes y testimonios de quienes lo conocieron permiten contar la historia de este sacerdote diocesano, hoy en proceso de canonización en la Santa Sede, que marcó la vida de la Iglesia y cuyo mensaje está más vigente que nunca. Fue un luchador incansable por los pobres y los marginados de la sociedad, lo que no siempre fue bien visto o aceptado por sus pares. Sufrió rechazo y también vivió el peligro. Pero era un hombre de una profunda fe y siempre tuvo la esperanza de que las cosas pudieran cambiar. La virtud del amor y de la caridad lo llevaba a jugarse por las personas, así lo recuerda el padre Fernando Tapia.

El mensaje de monseñor Alvear apunta a “una Iglesia de mucha participación, una Iglesia comunitaria, una Iglesia profética. Todo lo que el Papa Francisco busca hoy día. Él ya lo había hecho porque el mismo Papa dice ‘lo único que estoy tratando de hacer es poner en práctica el Concilio Vaticano II’ y eso es lo que hizo don Enrique 30 ó 40 años atrás”.

Renovación de la Iglesia ¿qué diría don Enrique?

“Yo creo que don Enrique estaría fascinado con el Papa actual y desde el cielo debe estar muy feliz, porque para él la vida de oración era muy importante, para Francisco también. Para don Enrique la opción por los pobres era fundamental, su lema era “El Señor me ha enviado a evangelizar a los pobres”, ese fue su lema de obispo y en la primera homilía que él hizo, ya ahí plantea esa opción y el Papa dice “Quiero una Iglesia pobre para los pobres”, total sintonía”, agrega el padre Tapia. Patricia Catalán, secretaria pastoral de la Vicaría Zona Oeste e integrante del directorio de la Fundación Enrique Alvear, dice que “la figura de don Enrique en el fondo nos ayuda a reconstruir también la Iglesia”. Añade que “hoy día también tenemos gente vulnerada y tenemos un llamado urgente a la solidaridad. En los 80 fueron los detenidos desaparecidos, hoy son otros. Ahora tenemos gente que la está pasando muy mal y que como Iglesia debemos seguir estando presentes con ellos”.

Profunda convicción

El documental muestra a un hombre comprometido por la causa de Jesús, con un discurso muy en consecuencia con el llamado que se hizo en el Concilio Vaticano II. “Cristo anuncia. Él es un pobre que anuncia el Evangelio a los pobres, y les pide a los ricos que sean pobres, que tengan el corazón abierto y limpio para que también puedan recibir el Evangelio. Los invita a ser pobres”, son las palabras de monseñor Alvear que se vuelven a oír. Su labor como obispo de San Felipe, Talca y de la Zona Oeste en Santiago estuvo marcada por su servicio pastoral, por su estilo “puerta a puerta”, le gustaba escuchar y que lo invitaran a “tomar una tacita de té”. “Era un hombre intensamente humano, inmensamente cercano”, señala el padre Fernando Montes S.J.

No le temía al peligro

Con el golpe de Estado de 1973 nació una nueva preocupación para don Enrique. Con la llegada de la Junta Militar inició junto a otros sacerdotes la lucha por el respeto a los derechos humanos y la protección a los detenidos y a sus familias. Lo que le significó algunos malos momentos, e incluso golpes. “Yo creo que la vida de don Enrique durante la situación de la dictadura, corrió peligro”, dice el padre Mariano Puga. Con su trabajo en la Vicaría de la Solidaridad conoció muchos casos, que aparecen en el documental y donde su intervención fue clave para salvarles la vida. Su sobrina Angélica Alvear reconoce que durante esos años siempre tuvo el temor que le pasará algo. Él se arriesgó en más de una oportunidad por obtener información o, incluso, por llevar remedios a algún detenido que lo necesitaba. El padre Tapia reconoce que “él era un hombre muy prudente, pero hizo cosas muy arriesgadas fruto de su oración, de su discernimiento, de lo que él sentía que Dios le pedía, a pesar de que él por naturaleza, era más bien tímido. Dios le daba fortaleza para poder denunciar situaciones de graves atropellos a los derechos humanos y lo hacía”.

El esperado estreno Tres años han pasado desde que nació la idea de producir este documental para dar a conocer quién fue y qué hizo Enrique Alvear Urrutia. Ese sacerdote diocesano que tuvo un funeral que contó con centenares de personas que lo acompañaron y que llegaron en caravana a su tumba desde la Catedral Metropolitana hasta el Santuario de Lourdes, en Quinta Normal, el 29 de abril de 1982, que el Papa Francisco en su visita el año 2018, decidió que su primera parada en Chile sería pasar a rezar a su actual tumba, en la Parroquia San Luis Beltrán de Pudahuel. Algo más que especial tiene su historia y había que contarla.

Tras este estreno, la fundación que lleva su nombre está organizando junto a la Vicaría Zona Oeste un lanzamiento pastoral el día 8 de agosto, donde la comunidad podrá ver el documental y luego se realizarán conversatorios sobre distintas temáticas, tales como el rol de la Iglesia hoy, la vida de oración y la solidaridad. La idea es que esta experiencia se repita en otras zonas y colegios de Santiago y además en Talca y San Felipe (donde don Enrique fue obispo), entre otras diócesis. El objetivo es que la figura de monseñor Alvear se difunda y llegue a la mayor cantidad de personas. El padre Tapia espera del documental que “la gente lo vea, que se sienta interpelada también a ayudar a construir una Iglesia como la que él proponía, una Iglesia sinodal, de participación, comunitaria, profética, preocupada de los más pobres. Si se logra con la figura de don Enrique entusiasmar para vivir ese tipo de Iglesia como él la vivió, creo que sería un gran éxito, y además al ser conocido a lo mejor algunas personas se encomienden a él y pueda aparecer un milagro que permitiría su beatificación y canonización”.

Los realizadores

Pablo Mackenna, Leony Marcazzolo y Felipe Villela son los realizadores del documental “Enrique Alvear, el obispo de los pobres”. Pablo es escritor y poeta y ha estado vinculado a los medios de comunicación como conductor y panelista de distintos programas de radio y televisión. Leony es escritora y periodista, ha sido columnista en distintas revistas y diarios y además ha publicado reportajes y entrevistas. Felipe es director y realizador audiovisual, con una amplia experiencia en la industria audiovisual en Chile y en el extranjero. La producción y edición general del documental estuvo a cargo del equipo de la Dirección de Comunicaciones del Arzobispado de Santiago. En entrevista con Encuentro, Leony nos habló de esta experiencia.

¿Qué buscaban como realizadores cuando decidieron contar la historia del monseñor Alvear?

Al comienzo sabíamos mejor lo que no buscábamos que lo que buscábamos. No queríamos contar la historia de un santo y hacer una semblanza sobre milagros. Eso en un comienzo, ya que después dibujamos la idea original, o sea, contar la historia de un hombre espiritual, que estaba absolutamente comprometido con Cristo y que esa posición le obligaba a estar cerca de los que sufrían y no del poder. Leony fue quien escribió los textos y Pablo quien los narró. El equipo registró distintos testimonios, los que permitieron armar un arco dramático, en el que Leony dice trató de “evitar la obviedad entre la imagen y el texto”.

¿Qué rescatas de los testimonios?

Rescato principalmente la ética de monseñor Alvear. Su criterio para entender que debía ponerse al lado de Cristo, del lado correcto de la historia. La Iglesia en Chile fue de las pocas que defendieron los derechos humanos. En España y en otros países no ocurrió lo mismo.

¿Qué te parece el mensaje del monseñor Alvear hoy, a más de 30 años de su muerte?

Creo que el mensaje es muy vigente y me gustaría que la gente y, en especial los políticos y los sacerdotes, reflexionaran en torno a lo transversal que era su mensaje.

¿Quién debería ver este documental y por qué?

Es un testimonio amplio, para todo tipo de público, pero sería bueno que lo vieran las comunidades cristianas actuales, los seminaristas y la nueva generación de sacerdotes. Ojalá que llegue también a la televisión abierta y participe en circuitos nacionales internacionales de cine documental. También deberían ver el documental todos aquellos que mal utilizan el poder, o sea, algunos políticos, militares y empresarios, sólo por nombrar algunos. Podría ser fuente de conversión.