Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Domingo 2 de abril de 2017

Fieles celebran 30 años de la visita del Papa

Con una misa a la chilena, cientos de fieles celebraron junto al Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, los treinta años de la visita del Papa a Chile. En la oportunidad estuvo presente el Nuncio Apostólico, Ivo Scapolo y el rector del santuario padre Carlos Cox.

Fotos: Nibaldo Pérez- Omar González

Periodista: Natalia Castro- Andrea Ruz

"Hoy día el mensaje profético del Papa Juan Pablo II tiene plena vigencia y nuestra Iglesia quiere seguir profundizando y viviendo su mensaje. Fue una visita histórica que trajo al peregrino de la paz, mensajero de la vida y mensajero de la justicia social y que puso a Chile en un estado de retiro espiritual continuado, con un mensaje que llegó a todos los sectores de la sociedad, indicando caminos de reconciliación", fueron las palabras del cardenal Ricardo Ezzati en la misa a la chilena, realizada en el Santuario Nacional de Maipú, para conmemorar los 30 años de la visita del Papa a Chile y a la cual asistieron cientos de fieles.

"La visita del Papa se manifiesta como la visita de Dios a nuestra patria. El amor es más fuerte, nos manifestó Juan Pablo II y solamente con el amor, podemos construir una comunidad de hermanos y hermanas que superan las legítimas diferencias", agregó el cardenal.

"Ayer, hoy y mañana: el amor es más fuerte. Con estas actividades queremos invitar a un tiempo de renovación de los impulsos que nos trajo el Papa Juan Pablo II a Chile. Maipú fue un lugar privilegiado de su visita; él lo distinguió regalándole el título de Basílica y seguirá siendo el Santuario que impulsa su esencia para Chile en los tiempos que vienen", señaló el padre Carlos Cox, rector del santuario.

Su paso por Chile, hace 30 años, dejó recuerdos imborrables, coronó a la Virgen del Carmen como madre y reina y consagró a nuestro país a su protección y amparo, aún resuenan frases que quedaron grabadas para siempre en el inconsciente nacional, "conozco vuestros sufrimientos, y vuestro clamor de esperanza" señaló en la emblemática población La Bandera o ¡Buscad a Cristo! ¡Mirad a Cristo! ¡Vivid en Cristo!, ante miles de jóvenes en el Estadio Nacional.

En la celebración se realizó además, la bendición del Papamóvil en la entrada del templo (facilitado por el Museo de Carabineros de Chile), y la inauguración de la exposición "Ayer, hoy y siempre: el amor es más fuerte". A través de dichas actividades la Iglesia quiere hacer un homenaje de gratitud a sus enseñanzas, su fecundo legado y a su testimonio claro y fuerte de que Dios existe y está en medio de su Iglesia y del mundo de hoy.

Héctor Landskron, quien está a cargo de la exposición señaló "esta muestra consta de aproximadamente 60 objetos relacionados con la visita del Papa Juan Pablo II a Chile, en ella podremos ver por ejemplo, la taza de té que toma el Papá en su visita a la población La Bandera, también tenemos el sillón de mimbre donde el Santo Padre se sienta y escucha la voz de los pobladores, objetos como el cáliz que el dejó de regalo a la Catedral de Santiago, y una serie de cancioneros, chapitas, monedas y objetos de la época".

Celebración en la Catedral Metropolitana

En paralelo, en la Iglesia Catedral se llevó a cabo una misa presidida por el obispo auxiliar de Santiago, Monseñor Fernando Ramos, quien señaló: "Recordar la visita de San Juan Pablo II a Chile nos trae un viento de esperanza y alegría. Él nos recordó que el amor es más fuerte que la violencia; que la vida hay que cuidarla, defenderla; nos recordó que la familia hay que protegerla; nos recordó el sentido del trabajo, el respeto de la dignidad de los trabajadores. Fue tan fecunda su palabra que efectivamente nos ayudó a que nosotros los chilenos pudiéramos hacer las transiciones necesarias en nuestro país, seguir avanzando y abriéndonos a una convivencia democrática".

Al término de la eucaristía, los fieles visitaron una reliquia concedida por el Santo Padre, situada al interior de la Catedral, y dejaron una ofrenda floral en las afueras del templo, sobre la placa que recuerda su visita.