Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Martes 9 de marzo de 2021

Nuevos seminaristas: “Con ustedes Dios nos habla de futuro”

Con esas palabras el Arzobispo de Santiago, Celestino Aós, animó la celebración de la eucaristía de ingreso de nuevos seminaristas. Son cuatro jóvenes, tres de Santiago y uno de Talca, los que este 2021 inician un camino de formación que se extenderá por ocho años, pero que los prepara para entregar sus vidas enteras al servicio Dios y su pueblo.

Periodista: Paula Ampuero Ulloa

“Cada año tenemos la alegría de celebrar la eucaristía al inicio del curso nuevo que se integra a la formación sacerdotal”, expresó el rector del Seminario Pontificio Mayor, Cristián Castro. Y añadió con entusiasmo: “Este año no es la excepción y queremos celebrar esta eucaristía, de acción de gracias al Señor, porque sigue llamando, en medio de su pueblo, a personas, a jóvenes, a hombres, que puedan ofrecer su vida en vistas al ministerio sacerdotal”.

Los jóvenes fueron presentados a la asamblea luego de la proclamación del Evangelio. El encargado de invitarlos a pasar adelante fue el prefecto del propedéutico, Manuel Martínez. El sacerdote que los acompañará en el inicio de su formación, los llamó por sus nombres y ellos respondieron con fuerza: “Presente”.

Andrés Fernández, Leandro González, Milan Kovacevic y Francisco Javier González, son los nuevos miembros del Seminario.

Ante la mirada atenta de los cuatro, ahora, seminaristas, el Arzobispo de Santiago, quien presidió la misa, pronunció su homilía y les habló directamente:

“Para algunos el Seminario es etapa de pasada. Tan de pasada que creen que basta con la superficialidad. Por el seminario se pasa, dicen. Yo les digo: el seminario se vive, hay que zambullirse, hay que meterse en el área del seminario, hay que vivir la vida del seminario, con sus limitaciones”.

“Dios no ha abandonado a su Iglesia y formará pastores según su corazón y nosotros soñamos grandezas, pero Dios sigue en su empeño. Ustedes, Milan, Andrés, Francisco Javier, Leandro, no son superhombres, a su lado hay otros quizás más inteligentes, más simpáticos, más piadosos y hasta más maduros y virtuosos, ustedes son nuestros seminaristas, Jesús los llama, los acogemos y los felicitamos”, manifestó el cardenal.

Durante la ceremonia no pudieron estar presente físicamente las familias y amigos de los nuevos seminaristas, pero sí pudieron conectarse a través de las redes sociales del Seminario y de la Iglesia de Santiago. Para ellos el padre Castro, entregó un mensaje: “Sabemos que están muy pendientes de estos amigos nuestros que se integran a nuestra formación. Vaya para ustedes nuestra cordial acogida y gratitud por estar acompañándonos aunque sea virtualmente en esta eucaristía y que nos sintamos muy de corazón unidos a nuestro seminario, unidos a nuestra Iglesia en la alegría de recibir a estos jóvenes que se integran en esta tarde”.

Para finalizar, el arzobispo sostuvo: “En el seminario. En la diócesis. Estaremos muchos otros aportando lo que nos corresponda. Pero los protagonistas serán ustedes. (…) En este momento la alegría que el Señor les da al entrar al seminario, no es solo la alegría para ustedes, es también para sus compañeros de seminario, para los formadores, para toda la Iglesia de Santiago y del mundo. Sigan celebrando con alegría este momento”.

Reacciones de los nuevos seminaristas

Para Andrés "este es el inicio de un camino de formación, durante el cual esperamos parecernos cada vez más a Jesús. Es el primer paso para llegar a ser sacerdote de Cristo, si es la Voluntad de Dios".

Francisco Javier sostiene que, "si bien el día de ingreso hubo algo de los nervios propios de cualquier cambio importante, también estaba -y estoy- contento y muy agradecido de Dios por el llamado que me ha hecho; así como también por la acogida que he tenido en el seminario. Espero, con la ayuda de Dios, parecerme cada día más a Cristo y dejar que su voluntad se haga en mi vida".

Leandro, por su parte, cuenta: "Son los primeros día estamos con hartas cosas. Me siento muy feliz por la acogida del seminario de todos sus funcionarios, rector, padres, formadores, seminaristas y los compañeros que entraron conmigo. Logramos una buena comunicación y convivencia. Siento que vamos armar un buen grupo, gracias a Dios".

Y Milan explica que para él este tiempo "es concretar un paso de confianza y seguir el camino de búsqueda de Dios. Estoy feliz, con ganas de aprender para poder servir mejor después".

Conoce más sobre los nuevos seminaristas en la nota del Periódico Encuentro.