Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Lunes 3 de agosto de 2020

Sacerdotes celebraron al Santo Cura de Ars en encuentro online

En el marco de la festividad de Santo Cura de Ars y convocados por la Vicaría para el Clero, más de 120 presbíteros de la Arquidiócesis de Santiago se reunieron a través de la plataforma Zoom, para compartir experiencias de la labor parroquial que han realizado, particularmente en época de pandemia.

Por: Vanessa Yegres

En un espacio generado para la reflexión y el compartir fraterno, sacerdotes y obispos se encontraron virtualmente para conmemorar la celebración del Santo Cura de Ars, patrono de los párrocos. La jornada inició con palabras de bienvenida del obispo electo, Julio Larrondo, quien explicó el espíritu de la celebración describiéndola como “una expresión de comunión y de agradecimiento para los que acompañan a todas las comunidades parroquiales”. 
Monseñor Alberto Lorenzelli, Vicario para el Clero, agradeció también a los presbíteros y vicarios parroquiales por el trabajo que llevan adelante en las parroquias y comunidades cristianas, invitando a “aprovechar este momento para consolidar nuestra fraternidad sacerdotal, rezar unos por otros y agradecer a Dios por el don de la vocación y de nuestro sacerdocio”. 
Como parte de la celebración y como se ha vuelto habitual en esta celebración anual, el equipo del Seminario Pontificio Mayor de Santiago acompañó la oración con canciones, lo que posteriormente dio espacio para la reproducción de un video testimonial, a través del cual distintos miembros de templos y parroquias que han estado trabajando incansablemente en proyectos solidarios como ollas comunes y comedores, enviaron palabras de aliento y gratitud a sus párrocos por liderarlos y apoyarlos en esta misión. 
Acción pastoral ante la crisis 
Además de sumarse al agradecimiento, el Arzobispo Celestino Aós recordó a “los hermanos de presbiterio que este año han pasado a la casa del Padre”, invitando a orar por ellos y su memoria. 
Aós expresó que el sacerdocio “es el amor del corazón de Jesús” y que  “Dios quiere mostrar su amor a las personas también hoy”, especialmente en momentos de dificultad, como la crisis actual por el Coronavirus. Inspirado en las palabras del Papa Francisco, el obispo recordó a los sacerdotes el valor de la compasión, “no es un sentimiento puramente material, la verdadera compasión es tomar sobre sí los dolores de los demás”. 
Asimismo, Aós mencionó que desde la Iglesia y basado en estas vivencias, la búsqueda de crear una cultura de buen trato en ambientes eclesiales, fomentando las relaciones basadas en el respeto por la dignidad de las personas y ambientes parroquiales, comunitarios y educativos son una de las principales prioridades actuales, invitando a ser “buenos cristianos” y permanecer abiertos como parroquias y como sociedad al diálogo, de cara a los desafíos actuales. 
Revisa aquí el mensaje completo de Mons. Celestino Aós por el Día del Párroco

De igual forma, Monseñor Cristián Roncagliolo, Obispo Auxiliar y el padre Francisco Romo, párroco de Santa María del Sur, expusieron ante los presbíteros distintas formas en las que este mensaje se ha solidificado en acciones pastorales concretas, como el apoyo a migrantes y personas en situación de calle, apoyo y acompañamiento espiritual a personas enfermas, logrado a través de la capacitación de sacerdotes por la Red Christus UC, así como las medidas prácticas con miras al futuro, contenidas en el plan “Paso a Paso”
Patrono de los párrocos
San Juan Bautista María Vianney o el Santo Cura de Ars, fue un sacerdote nacido el 8 de mayo de 1789, en Dardilly, cerca de Lyon, Francia. Fue conocido por su capacidad para administrar el sacramento de la confesión y penitencia durante más de 40 años, siendo proclamado patrono de los sacerdotes católicos y, sobre todo, patrono de los párrocos. 
Esta celebración del día del párroco, explicó anteriormente Monseñor Lorenzelli, tiene como objetivo “celebrar el don de la vocación y del ministerio sacerdotal. Un momento de escucha en la Palabra de nuestro pastor y un momento de intensa espiritualidad. Una vida espiritual fiel, cuidada, integral, profunda, equilibrada repercutirá necesariamente y de forma positiva en nuestra manera de vivir el sacerdocio y de ser sacerdotes y es una gracia para nuestro fiel pueblo de Dios y de nuestras comunidades cristianas”.