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Miércoles 18 de septiembre de 2019

Si no hay amor, de nada sirve hacer cosas admirables

La solemnidad, la gratitud a Dios por sus dones y el sentido de comunión de fe marcaron el primer Te Deum Ecuménico de Fiestas Patrias presidido por el Administrador Apostólico de Santiago, monseñor Celestino Aós Braco OFMcap., en la Catedral Metropolitana.

Fotos: Nibaldo Pérez y Camila González

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Como es tradicional en este encuentro republicano, el Te Deum contó con la asistencia del Presidente de la República, Sebastián Piñera, y su esposa, Cecilia Morel; los presidentes de los otros poderes del Estado, Legislativo y Judicial; ministros de Estado; autoridades diplomáticas, encabezadas por el decano del Cuerpo Diplomático, el Nuncio de Su Santidad, monseñor Ivo Scapolo; autoridades militares y de Orden y Seguridad; representantes de la sociedad civil y numerosos fieles de la arquidiócesis.

Por su carácter ecuménico, el Te Deum contó con la participación de representantes de diversas confesiones cristianas y también con la adhesión de las comunidades judía y musulmana.

La homilía de monseñor Celestino Aós tuvo como centro lo propio de esta celebración: la acción de gracias. Comenzó por agradecer a Dios "por la fe de todos los cristianos chilenos, que reconoce a Jesucristo como su Salvador, que venera a la Virgen María como Madre y Reina, que florece en los santos".

Luego, expresó el agradecimiento a Dios por la fe y las religiones diversas: "Tú eres nuestro origen y tú eres nuestra meta; te alabamos y damos gracias por todos los que respetando las creencias y religión de los demás saben colaborar y no hacen nunca de la religión una bandera de guerra". También gratitud por los pueblos originarios: "A Ti, Dios eterno, nuestra alabanza y agradecimiento por las etnias y culturas de los pueblos Mapuche, Aymara, Quechua, Diaguita, Colla, Rapa Nui. Todos fuimos creados a tu imagen y semejanza; porque reconocemos esto sentimos la urgencia de una convivencia más integrada y con horizontes nuevos".

Después, el pastor alabó y agradeció a Dios "por la generosidad de quienes acogen e integran a las personas que llegan como inmigrantes desde distintos países", y bendijo al Señor "por las autoridades que nos gobiernan, por los legisladores, por los magistrados, por las instituciones de orden y seguridad que buscan el bien común y la protección de los más desvalidos".

Más adelante, las bendiciones y gratitud a Dios se extendieron "por los ancianos, testimonios vivientes de esfuerzo y trabajo", por los jóvenes, que sueñan un Chile nuevo y mejor, que presentan sus demandas con claridad y mirada de conjunto, que dialogan sin esconderse y sin violencia"; también "por todos y cada uno de los niños y niñas de Chile", por las mujeres, que son generosas en su aporte a la sociedad, "que entregan ternura y firmeza, que abren caminos y saben consolar y sanar no solo las heridas del cuerpo, sino también las del espíritu".

Enseguida, el Administrador Apostólico de Santiago agradeció por "los que cuidan la vida desde el primer momento de su concepción hasta el último suspiro. Cada vida, cada persona es valiosa en sí misma y no se puede valorar por su producción o rendimiento". Y añadió: "Porque la vida y el amor se cuidan en el matrimonio y la familia, te damos gracias por todos los que viven su matrimonio y su familia con fidelidad y por todos los que ayudan y protegen al matrimonio y la familia".
Los trabajadores también estuvieron considerados en esta acción de gracias. Los que "colaboran con su trabajo bien hecho en la obra de la creación y ofrecen un producto satisfactorio a sus compatriotas (...) Los que se preocupan y cuidan de la casa común; te damos gracias por ellos y te pedimos que todos crezcamos en espíritu ecológico para que podamos vivir sanamente, sin contaminación y respetando a los animales y a las plantas, a los ríos y a los mares".
Monseñor Celestino Aós agradeció a Dios "por los que buscan la verdad, la hacen noticia y con su trabajo desde los medios de comunicación social la comparten con sus compatriotas y la entregan al mundo". Refiriéndose al texto de la carta de san Pablo proclamada, añadió que "aunque tenga las técnicas más modernas y poderosas, aunque hiciera las cosas más admirables, si no tengo amor no me sirve para nada".


Que la misericordia de Dios venga a sanar heridas y pecados


Por último, el pastor dio gracias al Dios eterno "por tantos sacerdotes y diáconos, religiosas y religiosos fieles, generosos y sacrificados, gracias por los buenos pastores y pastoras de las distintas Iglesias, que se desviven con sus palabras y con sus obras para que tu Evangelio llegue a todos".

La homilía terminó con esta oración: "Señor, Dios eterno, tenemos problemas, limitaciones, heridas y pecados. Tú nos convocas hoy a las Fiestas Patrias, Tú nos orientas hacia lo positivo y logrado: llamados a colaborar y no al enfrentamiento; al diálogo y no a la descalificación; al respeto y no al insulto... vamos construyéndonos unos a otros, bajo la mirada y el cuidado de la Virgen María, Madre y Reina de esta Patria nuestra que es Chile. Tenemos problemas, limitaciones, heridas y pecados. Por eso, reunidos en estas Fiestas Patrias imploramos: 'Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. A ti, Señor, me acojo, no quede yo nunca defraudado'".

Al momento de la acción de gracias y peticiones, los representantes de las diversas confesiones cristianas rezaron por la Iglesia, las autoridades, los niños y jóvenes, por la paz, las familias, por todos los habitantes de Chile, los trabajadores, los hombres y mujeres de buena voluntad, por los pobres y los más necesitados. A estas plegarias se unieron también las de los representantes de las comunidades judía y musulmana.

Tras ello, se efectuó el solemne canto del Te Deum y luego del Himno Nacional, a cargo de la orquesta y coro del arzobispado de Santiago. Terminada la celebración, monseñor Celestino Aós se dirigió al estrado principal a saldar a las autoridades, encabezadas por el Presidente Sebastián Piñera.


Reacciones a la homilía de M. Aós


Francis Farías,
de la comunidad religiosa Shalom: "Vine con mi familia, mi esposa y mis dos hijas. La homilía de monseñor Aós me tocó muy profundo, porque fue una oración al Señor por las necesidades, por la Patria. Yo estuve en misa el día lunes por la imagen de la Virgen de Fátima y yo noté que él se emocionó cuando pedía perdón por los errores que hemos cometido como Iglesia y por los delitos, y eso es muy bonito, porque para que uno mejore lo primero es reconocer. Me pareció muy bonito este pronunciamiento sobre tener ambientes más sanos para nuestros jóvenes, niños y adolescentes, y esto es fundamental, porque necesitamos protegerlos y acompañarlos y yo como papá estoy aprendiendo eso".

Francisco Jeffersonn
: "Soy de Brasil y llevo cuatro años en Chile, estoy misionando. Me pareció muy preciso lo que dijo don Celestino porque la mejor manera de integrar a los migrantes es acogiendo con generosidad. Yo me siento muy acogido por Chile, por la Iglesia, porque es una Iglesia de brazos abiertos y acogedora con la temática de los migrantes. Yo trabajo con jóvenes, y hay muchos migrantes venezolanos y haitianos y con ellos hacemos este trabajo de integración."

Padre Pablo Palma
, párroco de la parroquia Jesús Servidor, de la Población Lo Hermida: "Fue una alegría poder escuchar a don Celestino referirse sobre distintos temas de reflexión en su homilía, y por dar por dar gracias por las personas consagradas, que desde la fragilidad y, muchas veces con precarios medios, tratamos de acompañar y animar a los más necesitados de nuestras familias y comunidades, a la luz del Evangelio. Sin duda nada de lo anterior es dado si no amamos profundamente a Dios y si no contáramos con tantos laicos y laicas que dan su tiempo, talentos y recursos en bien del anuncio del Evangelio".

Sandra Catrilao
, de la pastoral mapuche de Santiago: "Muy positivo lo que dijo el obispo en cuanto a integración de las etnias. Hemos logrado cosas en la Iglesia de mayor integración, pero falta todavía, que también el gobierno y el Estado hagan más en este campo".

Alfredo Ramírez,
periodista T13. "Valoro tremendamente estas palabras acerca de los medios de comunicación, sobre todo por la manera cómo nos define. Habla de los que buscan la verdad, y me parece que el periodismo y el trabajo de los comunicadores en este minuto están, de alguna manera, desafiados y obligados justamente a tener una búsqueda honesta, franca y una búsqueda sin descanso de la verdad. En momentos donde la mentira, el engaño y donde la falsedad están tan presentes en nuestros medios de comunicación y en general en las maneras en cómo la gente se está comunicando, con la aparición de redes sociales y tecnologías nuevas, la verdad se empieza a desdibujar, se empieza a perder y, por eso, un llamado como éste nos llega profundamente y se valora mucho".

Paola Durán
, integrante del coro del Arzobispado: "Hoy más que nunca el rol de la mujer está presente en todos los temas de conversación. Nosotras siempre hemos tenido un rol importante, pero quizás antes desde atrás. Yo creo que ahora las mujeres nos estamos haciendo notar más sobre lo que somos capaces, sobre cuáles son nuestras fortalezas. Me parece bien que monseñor Aós se haya referido a nosotras. Somos parte de una comunidad y de a poco estamos incluyéndonos en todos los temas, en todos los ámbitos. En la Iglesia también tenemos más participación, y desde aquí, y en la sociedad en general, nos estamos haciendo notar más".

Nidia Zapata Godoy
, adulto mayor de la parroquia Cristo Resucitado, de Maipú: "Yo hace tanto tiempo estoy escuchando promesas sobre los adultos mayores, que son muy poco escuchados. Ojalá que esto toque más profundo y que se haga realidad. Encuentro que hay muy poco valor, es como un mueble desechable el adulto mayor, no lo toman en cuenta que todos ya hemos prestado un servicio al país, hemos trabajado, hemos ayudado, hemos construido parte para que este Chile sea mejor, y ahora recibimos muchas ingratitudes, abandono. No aprovechan la experiencia, nosotros tenemos la universidad de la vida, que a lo mejor no la tuvimos la otra universidad, pero tenemos la universidad de la vida que nos da la experiencia vivida, no es solamente teoría".