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Sábado 20 de marzo de 2021

Solemne inauguración del Año Judicial 2021 del Tribunal Eclesiástico

La tradicional ceremonia, que se transmitió de forma telemática el pasado viernes 19 de marzo , contó con la participación de los obispos auxiliares de Santiago, vicarios, clero, representantes de los diversos organismos arquidiocesanos y de la curia y diversos invitados.

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Este tribunal está a disposición de los fieles que necesitan conocer y resolver causas relacionadas con los bienes tutelados por la Iglesia, y a través de él se puede solicitar la definición de situaciones particulares, buscando la verdad y la justicia. Una de las actividades del tribunal más conocida es la declaración de nulidad del matrimonio religioso.  

Al iniciar su cuenta, el Vicario Judicial, padre Cristián Montes, tuvo palabras de recuerdo de los miembros del tribunal que han fallecido en el año, ya sea por covid u otras razones, con especial mención al padre Bernardo Herrera, ex vicario judicial. Señaló que “el año que recién pasó nos puso una enorme cantidad de desafíos, la justicia no podía detenerse, pero la realidad del país y del mundo entero hacía que nos detuviéramos”. Y agregó que “con todos los miembros del tribunal en cuarentena no nos permitía poder usar nuestras oficinas, ni poder continuar dando justicia, sin embargo, la pandemia no logró ser un obstáculo para que la justicia en la Iglesia siguiera su curso”.  Por esa razón debieron hacer consultas y fijar un método de trabajo adecuado a la nueva realidad de la pandemia, el que incluyó una importante modernización.

Más adelante el vicario judicial señaló que durante la pandemia el tribunal realizó un ciclo de once charlas con distintos expositores, “abiertas para todos los miembros que participan en el tribunal, personal interno, peritos psicólogos, abogados, defensores del vínculo, jueces, etc., sobre los capítulos de nulidad matrimonial más recurrentes que reconoce el Derecho Canónico”, con un análisis desde el punto de vista legal, canónico, doctrinal y jurisprudencial, con un amplio espacio a preguntas y discusión sobre las diversas problemáticas.

Luego mencionó un ajuste en el personal contratado y personas relacionadas con el tribunal, como la incorporación  de otros a este organismo eclesial.

Respecto de las causas, al primero de enero de 2020 había un total de 246 en trámite, a las que hay que agregar 56 nuevas causas de nulidad matrimonial, de las cuales dos fueron rechazadas y cinco admitidas. Al final de 2020 siguen en trámite 202 causas, muy menor a las del inicio de 2019, con un total de 306 causas en trámite.  “Desde el punto de vista comparativo el ingreso de causas nuevas ha venido en baja”, indicó el padre Montes. “El total de los capítulos de nulidad estudiados por los señores jueces en las sentencias dadas durante el año 2020 fueron 199 de los cuales 96 fueron en favor de la nulidad y 103 en favor del vínculo”, agregó.

La evangelización y los signos de los tiempos

En cuanto a los costos, el vicario judicial precisó que de las 56 causas ingresadas en 2020, en cuatro se concedió gratuidad total, en cuatro causas los actores se comprometieron aportar menos de $100.000; en 30 causas los actores se comprometieron a pagar entre $101.000 y $500.000; en nueve causas los actores se comprometieron a pagar entre 501.000 y un millón; y sobre un millón lo hicieron ocho de los actores. El total aportado por los actores en sus procesos matrimonial asciende a la cantidad de $25.634.410.- un 33% menos de ingresos que el año 2019 ($37.036.868), aunque el promedio de aporte por causas sea mayor en 2020 ya que asciende a la suma promedio de $636.296 en comparación al año 2019 donde el promedio fue tan solo $377.927. 

Posteriormente, el padre Francisco Cruz Amenábar, juez del Tribunal Eclesiástico de Santiago, abogado licenciado en Derecho Canónico de la Universidad de Salamanca, España, ofreció la Lección Magistral  “Ejercicio de la cura pastoral de la parroquia ante los retos del tercer milenio: posibilidades desde el Derecho Canónico”. En su intervención, el presbítero expresó que “la cura pastoral fue variando según los tiempos a los que la Iglesia iba enfrentada. La forma de atender pastoralmente al Pueblo de Dios no es algo estático, sino que es algo que siempre tienen que ir atendiendo a las nuevas circunstancias existenciales que le presenta a la Iglesia el mundo en el cual está situada. En virtud de esto, es importante contemplar los tiempos actuales y descubrir, como decía el Vaticano II, cuáles son los “signos de los tiempos” que hoy le toca enfrentar a la Iglesia”.

Terminada esta exposición, el cardenal Celestino Aós retomó el tema de la clase magistral, y señaló que la acción pastoral de hoy está marcada por una situación de pandemia, que es “signo de los tiempos”. Y añadió: “Me parece indiscutible que estamos colocados en una situación especial y excepcional. Muchos se preguntan para qué sirve la parroquia, el templo: desde la casa veo y participo en la misa. ¡Y se olvidan que la vida eclesial y pastoral no se reduce a la misa, sino que la liturgia y el culto es más amplio! Y más amplia es la vida pastoral que la vida cultual, porque tenemos toda la acción caritativa social, y nos quedaría la asistencia a enfermos, la acción política etc.”.

Más adelante, el cardenal afirmó que “necesitamos juristas buenos, o sea que conozcan el derecho y que tengan un corazón justo y misericordioso”. Manifestó que “siguen vivas y aparecen fuertes” dos tentaciones: “menospreciar y desvalorizar el derecho hasta arrinconarlo y actuar desde lo que a mí me parece o me gusta, atropellando los derechos de los demás, especialmente de los fieles más indefensos”, y el juridicismo, “que es intransigencia: atropello intentando imponer y obligar a todo el derecho a los que no pueden por su situación”.

Hacia el término de su mensaje, el Arzobispo de Santiago expresó que “este tiempo puede ser de estudio, reflexión acerca del derecho. Para ustedes, que son expertos, está la experiencia de que uno no acaba nunca de conocer e investigar, y además siguen saliendo leyes nuevas”. Finalmente, dio por inaugurado de manera  oficial el Año Judicial 2021 del Tribunal Eclesiástico Metropolitano e Interdiocesano, que se denomina así porque también es la instancia judicial eclesiástica competente para las diócesis de San Felipe, Melipilla, Linares y el Obispado Castrense.