Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Jueves 20 de julio de 2017

Cardenal Ezzati en la Semana Teológica Pastoral

El Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, intervino en la primera sesión de la Semana Teológico Pastoral, que se desarrolla desde el pasado martes 18 en la Casa Central de la Universidad Católica, oportunidad en que ofreció la reflexión que entregamos en forma completa.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Comunicaciones Iglesia de Santiago

"Hombre y Mujer, Dios los creó: desafíos a la antropología cristiana”

1.- "La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia. Como han indicado los Padres sinodales, a pesar de las numerosas señales de crisis del matrimonio, 'el deseo de familia permanece vivo, especialmente entre los jóvenes y esto motiva a la Iglesia'." (AL n 1). Con estas palabras, el Papa Francisco comienza su Exhortación Apostólica "Amoris Laetitia", recordando a continuación, que "el camino sinodal permitió poner sobre la mesa la situación de las familias en el mundo actual, ampliar nuestra mirada y reavivar nuestra conciencia sobre la importancia del matrimonio y la familia. Al mismo tiempo, la complejidad de los temas planteados nos mostró la necesidad de seguir profundizando con libertad algunas cuestiones doctrinales, morales, espirituales y pastorales. La reflexión de los pastores y teólogos, si es fiel a la Iglesia, honesta, realista y creativa, nos ayudará a encontrar mayor claridad. Los debates que se dan en medios de comunicación o en publicaciones, y aun entre ministros de la Iglesia, van desde un deseo desenfrenado de cambiar todo sin suficiente reflexión o fundamentación, a la actitud de pretender resolver todo aplicando normativas generales o derivando conclusiones excesivas de algunas reflexiones teológicas".

Con una pincelada magistral, el Papa Francisco nos ofrece los criterios doctrinales y metodológicos con los cuales acercarnos como pastores, a temas "doctrinales, morales o pastorales" aun no resueltos "con intervenciones magisteriales." (lb. 3).

Nos habla:

De la "complejidad de los temas" puestos sobre la mesa, en los medios de comunicación social, en publicaciones y aún entre ministros de la Iglesia.

De ampliar nuestra mirada y reavivar nuestra conciencia sobre la importancia del matrimonio y la familia.

De la necesidad de seguir profundizando con libertad algunas cuestiones doctrinales, morales y pastorales.

De la necesidad de una reflexión fiel a la Iglesia, honesta, realista, creativa, hecha entre pastores y teólogos.

2.- Es el objetivo que nos hemos propuesto para esta Semana Teológico Pastoral, frente a un tema que está al centro de propuestas, que suscita aplausos, dudas, rechazos y preguntas no indiferentes para nuestra identidad cristiana y para la misión de evangelizadores y pastores del pueblo de Dios que nos es propia. El título de la jornada: Hombre y Mujer, Dios los creó, "evoca la unión matrimonial no solamente en su dimensión sexual y corpórea sino también en su donación voluntaria de amor. El fruto de esta unión es 'ser una sola carne, sea en el abrazo físico, sea en la unión de los corazones y de las vidas y, quizás, en el hijo que nacerá de los dos, el cual llevará en sí, uniéndolas no solo genéticamente sino también espiritualmente, las dos 'carnes'..." (lb. 13).

En el Capítulo II° de su Exhortación, el Santo Padre invita a considerar "el creciente peligro que representa un individualismo exasperado que desvirtúa los vínculos familiares... haciendo que prevalezca, en ciertos casos, la idea de un sujeto que se construye según sus propios deseos asumidos con carácter absoluto." (1b.33). El Papa denuncia también el narcisismo que "no promueve el amor, y favorece la cultura de lo provisorio"; en efecto: "una afectividad narcisista, inestable y cambiante no ayuda a los sujetos a alcanzar una mayor madurez." (lb 41) y "el narcisismo vuelve a las personas incapaces de mirar más allá de sí mismos, de sus deseos y necesidades."(lb 39).

3.- Nuevos desafíos: entre ellos la ideología del "gender".

Entre los desafíos nuevos que es necesario conocer y profundizar adecuadamente se encuentra —cito a la letra cuanto afirma en Papa Francisco en Amoris Laetitia: "Una ideología, genéricamente llamada gender, que 'niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencia de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculada de la diversidad biológica entre hombre y mujer. La identidad humana viene determinada por una opción individualista, que también cambia con el tiempo. Es inquietante que algunas ideologías de este tipo, que pretenden responder a ciertas aspiraciones a veces comprensibles, procuren imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los niños. No hay que ignorar que 'el sexo biológico' (sex) y el papel sociocultural del sexo (gender), se pueden distinguir, pero no separarse. Por otra parte, la revolución biotecnológica en el campo de la procreación humana ha introducido la posibilidad de manipular el acto generativo, convirtiéndolo en independiente de la relación sexual entre hombre y mujer. De este modo, la vida humana, así como la paternidad y la maternidad, se han convertido en realidades componibles y descomponibles, sujetas principalmente a los deseos de los individuos o de las parejas.

Una cosa es comprender la fragilidad humana o la complejidad de la vida, y otra cosa es aceptar ideologías que pretenden partir en dos aspectos inseparables de la realidad.

No caigamos en el pecado de pretender sustituir al Creador. Somos creaturas, no somos omnipotentes. Lo creado nos precede y debe ser recibido como don.

 Al mismo tiempo, somos llamados a custodiar nuestra humanidad, y eso significa ante todo aceptarla y respetarla como ha sido creada." (lb 56).

En este mismo sentido, el Papa Francisco dice: "Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano. Estaríamos privando al mundo de los valores que podemos y debemos aportar. Es verdad que no tiene sentido quedarnos en una denuncia retórica de los males actuales, como si con eso pudiéramos cambiar algo. Tampoco sirve pretender imponer normas por la fuerza de la autoridad. Nos cabe un esfuerzo más responsable y generoso, que consiste en presentar las razones y las motivaciones para optar por el matrimonio y la familia, de manera que las personas estén mejor dispuestas a responder a la gracia que Dios les ofrece."(Ib. 35), y añade: "esto no significa dejar de advertir la decadencia cultural que no promueve el amor y la entrega."(1b. 39). "En todas las situaciones, la iglesia siente la necesidad de decir una palabra de verdad y de esperanza."(Ib. 57).

4.- Concluyo: me llamó la atención una expresión contenida en la carta que Benedicto XVI envió a la Arquidiócesis de Colonia, con ocasión de la muerte del Card. Joaquín Meisner. Cito: "La Iglesia necesita pastores convincentes que sepan resistir a la dictadura del espíritu del tiempo y decididamente sepan vivir con fe y determinación". El Papa Francisco había dicho con una gran capacidad de ACOMPAÑAR, DISCERNIR E INTEGRAR LA FRAGILIDAD (Amoris Laetitia, cap. VIII°)

Gracias a la Vicaría de Pastoral y a su Vicario; gracias a los expositores que nos ofrecerán su sabiduría y gracias a todos ustedes por su participación.

+ Ricardo Ezzati Andrello sdb
Cardenal Arzobispo de Santiago