Íntima Misa para los enfermos en parroquia Santos Apóstoles

Poco a poco los abuelitos y abuelitas comenzaron a llegar con una inmensa alegría hasta la parroquia Santos Apóstoles en Recoleta en compañía de sus hijos, nietos o algún familiar cercano. Quizás sintiendo una vuelta de mano por parte de ellos y recordando el primer día de clases que alguna vez, alguno de ellos, tuvo que realizar en su juventud.

"Yo voy a cumplir diez años de sacerdote y siempre con los enfermos me he sentido en deuda. El enfermo pide ser visitado y lamentablemente, pide ser visitado cuando ya la situación es difícil de poder generar un tiempo de escucha y de dialogo, sino que es normalmente para la unción, que es una situación bastante extrema. Entonces verlos acá, el compartir la eucaristía y aplicarles el sacramento de la unción, es un regalo y un gran motivo de alegría".

Así resume el padre Francisco Herrera, párroco de Santos Apóstoles, la emoción de lo vivido este jueves 23 de noviembre, ocasión en que los adultos mayores fueron los protagonistas de esta hermosa fiesta.

En su homilía, el padre Francisco, resaltó las tres instancias fundamentales que relevan la vida de una persona que ya ha llegado a tercera edad: "La soledad, la enfermedad y la ancianidad o muerte, son sin duda, momentos donde debemos dar una luz y una palabra de fe. Recordarles que no están solo, que el Señor está con ellos para acompañarlos en la cruz. En la soledad y en la enfermedad, no están solos; enfermos se hace el Señor con ellos y en la vejez se hace bastón para acompañarlos. Por eso, en estas tres dimensiones este tipo de celebraciones son particularmente significativas", señaló.

Tras la homilía, vino el momento de la unción de los enfermos, donde cada uno de ellos, pudo recibir el crisma que sella el sacramento, signo que el Vicario de la zona Norte, padre Ignacio Gramsch, valoró enormemente: "Me parece muy importante que personas mayores de 65 años, que aman al Señor, que lo buscan, puedan recibir este sacramento, que da una gracia especial para vivir la enfermedad. Enfermedad que de alguna manera, nos acerca mas a Cristo, que sufrió en la cruz hasta la muerte", dijo.

Luego, añadió: "El sacramento los fortalece, los anima, les regala la gracia especial para llevar la enfermedad, para ofrecerla a Cristo, sobre todo, en este tiempo tan importante que se acerca como Adviento y Navidad", enfatizó.

Tras la eucaristía, vino un compartir fraterno organizado por la comunidad parroquial de Santos Apóstoles, que estuvo marcada por una rica "chocolatada" y acompañada de tortas, dulces y buena música.

"Realmente fue todo maravilloso. Estoy muy contenta de poder compartir con otras personas es algo muy emocionante y siempre en compañía del Señor. Yo no salgo mucho a la calle, por eso le doy gracias a Dios por este día tan especial", resumió Sara Rojas de 81 años.