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Jueves 14 de diciembre de 2017

Diáconos reflexionaron sobre el tiempo de Adviento en Schoenstatt

Por su naturaleza y tranquilidad, el Santuario de Schoenstatt fue el lugar escogido para desarrollar el retiro de los diáconos de la Arquidiócesis de Santiago, ocasión en la que además estuvo presente el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, quien les entregó un afectuoso saludo al inicio de la jornada y los condujo hacia una reflexión sobre el tiempo de Adviento.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Natalia Castro

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

“Un saludo muy cordial a aquellos diáconos y matrimonios que no he tenido la oportunidad de saludar personalmente, para todos el deseo de que la bendición de Dios acompañe sus vidas y de una manera muy particular su ministerio de diáconos permanentes en la Iglesia, de ser jefes de familia, de ser constructores de la Iglesia doméstica, se transfiera también en el gozo de ser discípulos misioneros y constructores del reino de Dios”, señaló el Pastor.

Ya en su exposición, que era escuchada atentamente por un auditorio repleto, el Cardenal realizó una intervención en donde abordó la importancia del tiempo en la vida moderna, mirado desde la perspectiva cristiana y en el contexto de Adviento. “El tiempo mirado desde el que es el creador del tiempo, que es Dios, es un don, es una oportunidad, para nosotros el tiempo es una gracia que el Señor nos concede para que lo conozcamos, lo amemos, para que podamos hacer de nuestra vida una tarea hermosa, y por consiguiente mirar el tiempo como una gracia que el Señor nos regala para que podamos construir la altura alta del hijo de Dios”, señaló.

Junto a lo anterior, el Pastor puso énfasis en el sentido de este periodo, señalando que no sólo es un tiempo de espera como se piensa generalmente, sino que también es un tiempo de esperanza, “hoy día termina el año litúrgico y comienza el periodo de Adviento, que nos invita a mirar el tiempo como una gracia, como un don que Dios nos pone en nuestras vidas para que lo hagamos fructificar”, añadiendo, “el tiempo der Adviento se define más que como un tiempo de espera como un tiempo de esperanza. Es tiempo de esperanza porque esa salvación que el señor nos ha regalado se hace presente hoy en la fragilidad de nuestra condición humana”.

Al finalizar el cardenal preguntó a los asistentes, “qué hacemos en el tiempo de Adviento, queremos escuchar más la palabra de Dios, nos acercamos más a la fuente de la salvación que son los sacramentos, renovamos el compromiso de la una caridad más sincera, el pasar por este tiempo, permite que ese paso impregne más la vida de la salvación que Jesús nos quiere regalar”, finalizó.