Celestino Aós celebra misa en capilla María Medianera

"Jesús se ha presentado a sí mismo con esa afirmación rotunda: 'yo soy la luz del mundo y el que me siga no camina en tinieblas; el que me sigue tendrá la luz de la vida. Yo soy la luz del mundo'", fueron las palabras con las cuales el obispo Aós inició su homilía, a los pies de la imagen de María Medianera en la capilla que, como todos los domingos, recibió a una comunidad cercana en oración y por primera vez al Arzobispo de Santiago.

Durante la misa, el obispo hizo hincapié en la búsqueda de Cristo, especialmente en momentos de dificultad y cómo cada uno de nosotros debe ser agente de cambio, y representar esa misma luz para quienes más lo necesitan. "Esta es la enseñanza que nos trae hoy la liturgia: mirar al Señor que es la luz en estos momentos. Claro que tenemos que mirar los análisis sociales, que tenemos que escuchar a los economistas, que tenemos que escuchar a los que planifican el trabajo, la educación, la medicina. Pero el creyente, el cristiano, tiene que mirar de un modo especial a ese Cristo que es la luz. A ese Cristo que nos va a iluminar en las situaciones más complejas y difíciles" exhortó.

En momentos como estos, agregó Aós, es importante mirar hacia dentro y ver nuestras equivocaciones. "La Iglesia ha insistido en que tenemos que mirar a ese Dios que es padre de todos y tenemos que tratar de corregir los errores, las injusticias que quizás habían hecho ya raíces en nuestra propia convivencia pero se trata de lo que usted y yo podemos hacer. Ahora, ya. Y hay tantas cosas que podemos hacer. Tanto bien. Tanta bondad", concluyó.

Posterior a la liturgia, integrantes de la comunidad se reunieron en la misma capilla para compartir un desayuno y contar anécdotas de la comunidad al pastor.