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Artículo

Lunes 4 de junio de 2018

Corpus Christi en emblemática Villa México junto al pastor

Con una procesión por las calles de la emblemática Villa México en Cerrillos y la posterior celebración de la Eucaristía, la comunidad de la parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación, celebró la solemnidad de Corpus Christi junto al Cardenal Ricardo Ezzati.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: Natalia Castro

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/

En su homilía el pastor señaló “hemos llevado en procesión la Eucaristía, que es la presencia real de Jesús en medio de la comunidad, del pueblo y del mundo y nos recuerda justamente la procesión que hemos hecho, que el Hijo de Dios ha venido enviado por el Padre para darle vida al mundo, para ser la vida del mundo  y para serlo en una manera del todo sencilla, humilde, bajo el signo de un poco de pan y de vino y que consagrados por la fuerza del Espíritu se transforman en real presencia suya en la vida de todos nosotros”.

A lo anterior el Arzobispo añadió que “cada día de una manera muy especial, cada domingo cuando celebramos la Eucaristía, Jesús se hace presente en medio de su pueblo, Jesús resucitado, salvador y señor, para que su vida divina llegue a ser también vida de cada hombre y de cada mujer de su pueblo”, agregando además que, “quienes participamos de la Eucaristía no dejamos de ser hombres y mujeres pecadores, pero quienes participamos de ella y comulgamos, somos hombres y mujeres nuevos, donde la vida divina de Jesús tiene la palabra definitiva sobre nuestro pecado. Comiendo el Cuerpo y la Sangre de Cristo, nuestro propio cuerpo y sangre, se van transformando en el Cristo total”, agregó además el Arzobispo.

El cardenal hizo también alusión a la alianza que establece Dios con su pueblo a través de la Eucaristía, “la alianza que Dios ha querido establecer con nosotros a través de su hijo es una alianza de amor, de perdón, de gracia y de reconciliación, pero que supone siempre de parte nuestra el propósito de seguir la palabra de Jesús”.

Refiriéndose a la vida diaria y cotidianeidad el cardenal dijo: “La Eucaristía no termina cuando el sacerdote les dice la misa ha terminado, la misa continúa en la vida de todos los días, donde estamos llamados a amarnos y a superar nuestras divisiones, acogiendo a los más frágiles y débiles. La Eucaristía nos llama a darnos como Jesús se dio”.

Po su parte, el padre Pedro Rubilar, quien asumió recientemente como párroco de la comunidad señaló, “vamos a comenzar la misión territorial durante estos días, así que es providencial que el Arzobispo nos haya acompañado en la celebración de esta Eucaristía porque es también un envío a realizar esta tarea.”

Sandra Foncea, sacristana de Liturgia hace siete años, agradeció la presencia del pastor en el contexto actual que vive la Iglesia diciendo, “la fe mueve montañas y nosotros tenemos que estar ahí con nuestros pastores, sobre todo en estos momentos difíciles que se están viviendo en nuestra Iglesia”.

En tanto, Sandra Baeza, quien participa hace cinco años junto a su esposo en la parroquia comentó, “me llegó el mensaje de la homilía, porque el desafío más grande es empezar a confiar de nuevo, atraer a la gente y fortalecer esta comunidad para empezar a trabajar hacia afuera”.