Instalan primera piedra de parroquia Sagrado Corazón de Esmeralda

Los cerros de Colina fueron el telón de fondo para la misa que congregó a gran cantidad de fieles, autoridades locales, cuasimodistas y vecinos, quienes esperaban con ansias este día, ocasión en la  que se puso la piedra que simboliza el inicio de obras de la nueva parroquia.

En su homilía el Arzobispo de Santiago señaló en primer lugar su agradecimiento a los miembros de la comunidad por el esfuerzo y también, hizo alusión al apoyo que han entregado a esta reconstrucción las comunidades de San Francisco de Sales y San Juan Apóstol, quienes han actuado como benefactoras.

“Hoy día con mucha alegría podemos dar inicio a esta obra maravillosa, que es la casa de Dios y la casa de la comunidad cristiana, gracias a la comunión y solidaridad de hermanos y hermanas en la fe, que viven en sectores diferentes de nuestra Arquidiócesis pero que se sienten hermanos, corresponsables de lo que significa una comunidad eclesial unida. Por eso gracias a todos los que han contribuido en este proceso”.

Ya profundizando en su mensaje, el Pastor destacó la importancia de reflexionar en torno al tiempo de Adviento que se inicia, y que nos invita a limpiarnos, agregando “este tiempo nos trae un mensaje maravilloso y lleno de esperanza. San Pablo escribiéndole a la primera comunidad cristiana, reflexionando sobre la dimensión limitada y pecadora, dice que la esperanza nuestra consiste en que Dios toma el desecho de nuestra vida y como buen alfarero él hace de ese desecho una obra de arte. Así es nuestra vida cuando la ponemos en manos de Dios, podemos renacer y ser hombres y mujeres nuevos”.

Posteriormente se procedió a leer el acta de bendición y colocación de la primera piedra y además se presentaron una serie de signos, como una foto del antiguo templo, planos de la nueva parroquia, monedas nacionales, una copia del decreto de creación de la parroquia, el acta de bendición, un pañuelo de cuasimodista, la Encíclica del Papa Francisco y un trozo de madera del antiguo templo.

Guillermo Ovalle, vecino del sector señaló “es un día de alegría porque se ve que las obras se inician, porque en el templo viejo ya no cabíamos todos”, mientras que su hija Sandra Ovalle agregó, “queremos que pase luego el tiempo y que el templo esté listo para que volvamos a celebrar la misa en un templo todos juntos como comunidad”.

Ricardo Segovia, quien participa en la agrupación de Cuasimodo junto a su padre y que ha hecho de esta festividad una tradición familiar, que se ha traspasado de generación en generación, comentó, “esto es algo muy importante y que estábamos esperando hace mucho tiempo, por un tema de capacidad, porque ha crecido mucho el pueblo, así que esto es fundamental y lo recibimos con mucho regocijo”.