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Artículo

Domingo 5 de enero de 2020

Se celebró misa de desagravio en Iglesia San Borja

La mañana de este domingo se celebró la eucaristía de desagravio a las puertas de la iglesia San Francisco de Borja, templo institucional de Carabineros de Chile, que fue incendiado el pasado viernes.

Fotos: Camila González

Periodista: Vanessa Yegres

La misa fue presidida por el Obispo Castrense Santiago Silva, y concelebrada por el Nuncio Apostólico en Chile, Alberto Ortega Martín; el Arzobispo de Santiago, Celestino Aós; el Arzobispo emérito de Antofagasta, Pablo Lizama y el Obispo Auxiliar de Santiago, Alberto Lorenzelli.

Durante la celebración eucarística, monseñor Santiago Silva expresó: "En nuestro Chile rodeado de malas noticias, necesitamos buenas noticias, necesitamos a Jesús" y agregó: "habían quemado el templo, no habían quemado la comunidad, no quemaron la fe. Nuestra esperanza está incólume".

En su homilía y en el contexto de la Epifanía del Señor, monseñor Silva dijo además que "a la luz del relato de la Epifanía, qué nos pasa, porqué en este minuto tenemos que celebrar una eucaristía a las puertas de una iglesia quemada y no una eucaristía dentro de las murallas del templo ¿Dónde hoy el Señor se manifiesta? En la historia de este Chile actual ¿Dónde estás Señor? Entre la violencia, entre las ansias justas de la gente, entre la falta de diálogo, entre la falta de respeto a las personas y las instituciones ¿dónde Señor te encontramos, ¿dónde te manifiestas?".

Continuó expresando: "También nos faltan estrellas. En el mundo antiguo las estrellas tienen que ver con el destino de las personas. La estrella para nosotros tiene que ver con los horizontes, con los puntos a alcanzar, es luz que brilla lejos, que suscita un ansia de poder llegar a ella, de poder seguirla. ¿No nos faltarán estrellas que nos ayuden a seguir ciertos horizontes? ¿Qué horizontes de humanidad, estamos siguiendo con lo que estamos viviendo, qué personas estamos construyendo, qué personas se están expresando a través de lo que está ocurriendo?" y reconoció que "es cierto que tenemos también la culpa, y hablo por la Iglesia, porque no hemos sido el testimonio fiel y claro que tendríamos que haber sido, pero eso justifica esto?, ¿qué humanidad estamos construyendo?".

Finalmente, hizo una invitación a no perder nunca la fe en el Salvador: "Que el Señor a través de esta Eucaristía y en la Fiesta de la Epifanía, ante esta Iglesia destruida, no nos haga perder nunca el deseo de tener un salvador para poder reconstruir nuestra sociedad en la justicia, en la paz y el derecho".