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Lunes 20 de mayo de 2019

Mons. Aós: “La parroquia no es para hacer grandes eventos, es para vivir en el amor”

En una sorpresiva visita de este domingo a la parroquia San Roque de Peñalolén, el Administrador Apostólico resaltó la importancia de descubrir en los templos “la bondad y el amor de Dios para comprometerse a vivir en ese amor".

Fotos: Omar González

Periodista: Clara Bustos

A tres meses de cumplir el 70° aniversario parroquial, la comunidad de San Roque, en la comuna de Peñalolén, recibió este domingo 19 de mayo la sorpresiva visita del Administrador Apostólico de Santiago, quien les instó a siempre descubrir lo bello y a fortalecerse en el amor fraterno y la ayuda mutua.

Junto con desearles una renovadora celebración en agosto próximo, que los encuentre “mejor que el vino”, el pastor destacó la importante obra de cuidado y acompañamiento que la parroquia tiene con los ancianos del sector.

“Ustedes tienen la posibilidad de mostrarle a esos ancianos el amor con obras. La parroquia es eso; no es para hacer grandes eventos, grandes catequesis, es para vivir en el amor, nos reunimos aquí en el templo y en los salones para descubrir la bondad, el amor que hay entre nosotros y que viene de Dios y para comprometernos para vivir nosotros en ese amor”, expresó.

Durante la homilía de la misa del mediodía, dijo: “No nos van a conocer por nuestro certificado de bautismo ni porque llevemos una cruz al cuello, sino en el amor, si nos amamos unos a otros, y por eso los cristianos nos reunimos, porque ¿quién nos va a dar fuerza para amar sino Jesucristo, el Resucitado? En este mundo moderno, en este Chile nuestro donde hay tanta violencia, ¿cómo nosotros podemos ser mujeres y hombres de paz? Reuniéndonos y rezando. Y eso es lo que nosotros tratamos de hacer cada día”.

Asimismo les comentó a los presentes su alegría de estar con ellos y de poder conocer esta comunidad. “Saben que llegué hace poco y estoy recién comenzando a conocer las comunidades. Entre todos tenemos que ir avanzando, pues la tarea de la Iglesia no es solo del Papa o del obispo o de los sacerdotes; cada cristiano, cada bautizado, tiene que poner su parte. Somos cristianos no para andar quejándonos porque todo está malo; tenemos que aprender en este mundo nuestro a ver lo bueno, lo hermoso, lo bello que hay para enseñárselos también a nuestros niños. Tenemos que celebrar la bondad de Dios porque Dios sigue actuando y nosotros tenemos que renovar nuestro compromiso, cómo yo puedo ser bueno, ser capaz de hacer la vida más agradable a los demás, ayudar, acompañar”.

Por su parte, el párroco Daniel Panchot agradeció la visita y, antes de la bendición final, le enseñó una arpillera bordada durante el tiempo de Misión Territorial en la que aparecen todas las capillas.

En la Eucaristía además, el obispo bendijo la Cruz Vocacional que irá peregrinando por las casas para pedir a Dios por la familia y por más vocaciones de religiosas y religiosos para la Iglesia.