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Jueves 1 de octubre de 2020

Las estrategias para potenciar la educación católica en pandemia

En los más de 400 colegios católicos de Santiago, se aprecian las desigualdades que han quedado al descubierto con el paso de esta pandemia. Riesgo de deserción y falta de acceso a un computador para las clases afectan a miles hogares. Con este escenario, la Vicaría para la Educación (VED) trabaja día a día para mantener y fortalecer el vínculo con estudiantes y sus familias.

Periodista: Enrique Astudillo

Fuente: Periódico Encuentro

Link fuente: http://www.periodicoencuentro.cl/octubre2020/

Verónica Huenufil Liempe es apoderada del colegio Santo Tomás, de La Pintana. En esta pandemia su hijo no ha podido entrar a clases ni hacer sus tareas. “Le dije que no teníamos teléfono ni internet para que hiciera sus trabajos”, fue la respuesta que dio al establecimiento. En ese contexto de vulnerabilidad, el colegio reaccionó rápido y en menos de una semana le entregó un teléfono y un chip para que su hijo comenzara a trabajar.

“Me dieron todos los medios para que pueda estar al día con las tareas de su colegio”, afirma. Con un panorama adverso el establecimiento creó un equipo de apoyo y monitoreo de sus estudiantes y en un trabajo en conjunto entre profesores, directivos, asistentes de la educación y apoderados, lograron reducir de un 40% a un 10% el porcentaje de estudiantes que se encontraban desconectados de la comunidad educativa.

La directora Evelyn Villalobos destaca que es fundamental construir un sistema de rescate, monitoreo y vinculación con sus estudiantes, sobre todo de aquellos alumnos de los que no han tenido ninguna noticia. “Ha sido positiva en cuanto al trabajo en equipo, a la colaboración, al sentido de pertenencia de nuestra misma comunidad y de nuestros trabajadores”.

Iniciativas como esta se repiten a diario en los más de 400 colegios católicos de la Arquidiócesis de Santiago. El padre Andrés Moro, vicario para la Educación, asegura que la relación de cercanía, solidaridad y la empatía vivida en todos los estamentos de la comunidad educativa se convierten en ejes primordiales a la hora de cuidar a los alumnos. Según el vicario, “cuando uno tiene 420 colegios católicos en una sociedad de seis millones de habitantes, la tentación natural muchas veces es a cerrarse en su propia realidad.

Pero cuando miramos la ciudad como un gran corazón, ahí podemos acompañarnos mucho mejor”. Asegura que hoy es fundamental hablar de una educación de calidad, integral, “que llegue a todos y que nos guíe en el mejor sentido de la fraternidad”.

La educación como un pacto

Esta realidad hace visible una gran convergencia a nivel nacional con la campaña “Tenemos que hablar de Educación” que la VED suscribe y apoya juntos a muchas otras organizaciones de la sociedad civil. Además, sintoniza con el Pacto Educativo Global que impulsa el Papa Francisco, que se realizará entre el 11 y 18 de octubre, el que busca concientizar sobre la responsabilidad hacia la educación, la unidad de las personas y la relación entre el hombre y el medioambiente.