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Artículo

Jueves 5 de noviembre de 2020

“Quiero ser un pobre fraile que trata de amar y servir”

El 28 de noviembre próximo el Papa Francisco creará a nuevos cardenales de la Iglesia Católica, entre ellos al Arzobispo Santiago. “Cuando me informaron pensé que era una broma”, dice el arzobispo, y destaca que “quiero ser un pobre fraile que trata de amar y servir a Dios y a los demás”.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Periódico Encuentro

Link fuente: www.periodicoencuentro.cl

¿Qué experimentó cuando tuvo la información?

Pensé ante la información primera que era una broma. Sorprendido de verdad, consideré que se trata no tanto de méritos personales, sino de un reconocimiento a la Iglesia en Chile que, bajo la guía de sus pastores, trata de buscar una mayor fidelidad al Evangelio. Lógicamente sentí alegría.

¿Qué agrega a su servicio pastoral la responsabilidad de llevar este título eclesiástico?

Probablemente añadirá más quehaceres a mi tarea, porque me llegarán otros asuntos de la vida de la Iglesia. Pero, indudablemente, agrega un compromiso mayor con todos los hermanos obispos y los fieles de la Iglesia en Chile. Consciente de mi pequeñez, reconozco mi alegría por la cercanía y colaboración de los obispos auxiliares monseñores Cristián Roncagliolo, Alberto Lorenzelli y Julio Larrondo, así como los Vicarios Episcopales, los sacerdotes, religiosos y religiosas. Para mí el título significa el gozo de continuar tratando de amar y servir, como lo hacen tantas mujeres y varones en nuestra Iglesia: hermano por el bautismo, y pastor por la ordenación y el ministerio de presbítero, obispo y cardenal.

Tradicionalmente estas designaciones conllevan honores, tratos especiales, protocolos y, tal vez, algún distanciamiento de los demás. ¿Cómo enfrentará estas consecuencias de ser cardenal?

Espero que no me alejen de los fieles ni de los sacerdotes. Me miré en el espejo y soy el mismo por fuera; por dentro quisiera poder identificarme como el padre Pío de Pietrelcina: “Yo soy un pobre fraile que reza”. Yo tengo que rezar más, quiero ser un pobre fraile que trata de amar y servir a Dios y a los demás.

¿Cómo ejercerá la mayor cercanía que el cardenalato implica respecto del Papa? ¿Cómo espera desarrollar el servicio de ser un consejero del Santo Padre?

No me gustaría molestarlo con mis problemas. Es el Papa quien marcará la colaboración que pueda pedirme. Y trataré de serle leal con la verdad. A la mayor cercanía física quiero que se añada un espíritu de fe y un amor más grande: porque el Papa es el sucesor de san Pedro, lazo de unión en la iglesia, encargado por el mismo Jesús de la misión de enseñar, gobernar y santificar a los fieles, y los primeros los obispos.

Pensando en que podría votar en un próximo Cónclave para elegir un nuevo pontífice, ¿qué características debiera tener el siguiente Papa para guiar la Iglesia en esta era postmoderna, descristianizada y desacralizada?

Ni lo pienso. San Pedro no era perfecto ni tampoco de la simpatía y agrado de todos. Era el señalado por Jesús. Ahora más allá de las circunstancias el mismo Espíritu Santo que guió la elección de Benedicto XVI guió la de Francisco y guiará en su momento al que llegue. Quisiera tener tiempo para volver a leer, con la misma pasión y cariño de antes, la historia de la Iglesia; también la historia de la Iglesia en Chile. Si nos llega esa “era postmoderna, descristianizada y desacralizada” que usted dice, no estaremos solos. Los avances de la ciencia y de la técnica son asombrosos y muy poderosos; y la humanidad sabrá utilizarlos en su provecho, y la Iglesia los acogerá, los utilizará, los agradecerá; pero sobre todo la Iglesia de Jesucristo seguirá siendo la madre que acoja, acompañe, cuide y ame sin descanso y sin medida, porque tiene el latido del Corazón de Cristo.