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Viernes 3 de junio de 2022

Pentecostés: Un “espacio protegido para que el Espíritu Santo se mueva a sus anchas”

Una de las festividades más importantes para los católicos de Chile y el mundo se celebra con el inicio de este mes de junio. Es un encuentro en el que las comunidades pueden vivir en fraternidad, protegidas por medio de la oración, “para que la comunidad cristiana reconozca e interprete la realidad a la luz del Evangelio”.

Este domingo 5 de junio, los fieles católicos de todo el mundo se dan cita nuevamente para celebrar la festividad de Pentecostés, una de las celebraciones más importantes de nuestra fe. Es el segundo domingo más importante del año litúrgico, y en él los cristianos tienen la oportunidad de vivir intensamente la relación existente entre la Resurrección de Cristo, su Ascensión y la venida del Espíritu Santo. También marca el nacimiento de la Iglesia y de su misión evangelizadora, porque el Espíritu Santo infunde en la primera comunidad de creyentes el valor necesario para anunciar la Buena Nueva de Jesús al mundo.

 

“Pentecostés es la fiesta del Espíritu. Por medio de ella, actualizamos en nuestras comunidades la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y los discípulos y discípulas de Jesús. Con ello, se cumple la promesa del Señor de que contaremos con otro Paráclito (quien nos consuela), que camina junto a nosotros sosteniéndonos y animándonos en la misión”, explica el Vicario para la Pastoral, monseñor Carlos Godoy.

 

En Roma, hasta el cierre de esta edición se esperaba que el Papa Francisco encabezara la conmemoración de esta solemnidad en el Vaticano, pese a los problemas que sufre en su rodilla. La celebración comenzaría a las 10:00 hora de Italia (04:00 en Chile) del domingo con una misa en el altar central de la Basílica de San Pedro, el llamado “Altar de la Confesión”, bajo el célebre Baldaquino creado por el escultor Gian Lorenzo Bernini.

 

Sobre esta fiesta, el Pontífice ha expresado que en el momento en que los apóstoles y María se encontraban reunidos, el Espíritu bajó del cielo en forma de lenguas, como llamaradas que se dividían, posándose en cada uno de ellos. Así, “la Palabra de Dios describe la acción del Espíritu, que primero se posa sobre cada uno y luego pone a todos en comunicación. A cada uno da un don y a todos reúne en unidad”.

 

En Chile, este año la solemnidad se conmemorará en una sociedad que aún experimenta los efectos del Covid-19. Sin embargo, en distintos lugares de Santiago las parroquias preparan celebraciones litúrgicas precedidas, en muchos casos, por vigilias. El miércoles 1 de junio, el Departamento de Animación Bíblica de la Pastoral de la Vicaría para la Pastoral transmitió a través de YouTube la “Oración Cantada para la Vigilia de Pentecostés”, que fue acompañada por decenas de personas a través de esta red social.

 

En la parroquia San Francisco de Sales de Vitacura, en tanto, el sábado desde las 19:00 horas está prevista la realización de la Vigilia. El domingo, en la misa que comienza también a las 19:00 horas, jóvenes motivarán a todos los feligreses a pedir la recepción de los Siete Dones del Espíritu Santo: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Otro ejemplo es el de la parroquia Cristo Resucitado de Maipú, donde la Vigilia tiene inicio previsto para las 19:30 horas del sábado, en la comuni- dad Sagrada Familia. El domingo se efectúa la Eucaristía, a las 12:00 horas, y se prevé la transmisión en vivo a través de su cuenta de Facebook.

 

“EL ESPÍRITU ES VIDA”

 

Monseñor Carlos Godoy enfatiza en un aspecto importante relacionado con la comunidad celebrante, cuyo origen está descrito en el Evangelio (Hch 2, 1-11). “Esta fiesta nos ofrece la posibilidad de reconocer la comuni- dad como un espacio protegido para que el Espíritu Santo se mueva a sus anchas”, describe.

 

“Esto no significa abstraerse de la realidad y atrincherarse en las propias seguridades. Al contrario: se protege el espacio por medio de la oración, la Palabra, la Eucaristía y la fraternidad, para que la comunidad cristiana reconozca e interprete la realidad a la luz del Evangelio y elija actuar consecuentemente con lo que Dios le inspira”, continúa el Vicario para la Pastoral de la Arquidiócesis de Santiago.

 

“El Espíritu es vida y nos orienta hacia Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida”, recalca.

 

ORAR AL ESPÍRITU SANTO POR EL SÍNODO

 

Este año, la celebración de Pentecostés también marca un hito en la vida comuni- taria de la Arquidiócesis, pues en las vísperas se realizan las asambleas zonales presinodales, con las que se cierra el proceso de escucha para el Sínodo de los Obispos 2023. Así lo explica Juan Carlos astudillo, secretario pastoral de la Vicaría para la Pastoral. “Pentecostés y toda la liturgia de la Iglesia está relacionada con la sinodalidad, porque cada celebración nos invita a vivir la fe de manera comunitaria y fraterna. No se trata de una experiencia individual o privada, sino esencialmente con nuestros hermanos. Somos Iglesia que celebra todo el ciclo litúrgico”, señala.

 

En este sentido, añade, “en Pentecostés se reafirma y potencia esta manera original de ‘ser Iglesia’ y recibimos los dones del Espíritu Santo, que también acompañan a la comunidad y, por cierto, el envío misionero para llevar la Buena Noticia del Evangelio a todas las personas. Esta fiesta del Espíritu Santo nos invita de manera especial a vivir la sinodalidad, a través de la comunión, de la apertura a la acción de sus dones en nuestra vida y comunidades y de manera especial en este tiempo del ejercicio del discernimiento cristiano”.

 

 La presencia de María en Pentecostés también constituye un punto especial desde el que se resalta la presencia vital de la mujer en la Iglesia. “Hoy en la Iglesia de Santiago tenemos una Canciller, una Delegada de Verdad y Paz, y tantas mujeres en las comunidades que están a cargo de la solidaridad la formación, el acompañamiento, la coordinación de tantas tareas”, asevera. “María es Reina de los Apóstoles, protago- nista y corredentora. Hoy, en el camino de la sinodalidad, las mujeres son fundamen- tales, pues esta nos refiere a relaciones humanas de mayor fraternidad y cuidado del prójimo”, agrega.

 

En el proceso sinodal que vive la Arquidiócesis, uno de cuyos hitos se vive el primer sábado del mes, Astudillo explica que consiste en el culmen o meta del proceso de escucha presinodal que se abrió el 13 de diciembre del año pasado. “No es un camino que partía de cero. Siempre planteamos que el informe sinodal que enviaríamos para colabo- rar con la Iglesia Universal iba a partir desde lo que nosotros estamos viviendo como Iglesia de Santiago. Por lo tanto, está plasmado nuestro camino y ahora se está incorporando todo lo que ha ido surgiendo en este tiempo de escuchar a comunidades y personas, y todos los aportes que van a surgir en estas jornadas”.

 

“Con eso llegamos a este sábado (4 de junio): con el informe presinodal de la Arquidiócesis de Santiago en un primer borrador, para valorarlo y aportarlo desde nuestras realidades. Y resaltar un elemento clave e insustituible de las asambleas: la oración por el Sínodo Universal. Ponernos en presencia del Espíritu Santo para que nos asista para el Sínodo de los Obispos de 2023, porque ese evento nos va probablemente a marcar como Iglesia por el resto de nuestra historia. Orar por el Sínodo es clave”, recalca.