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Miércoles 27 de febrero de 2019

"Es preciso nacer de nuevo": Acentuaciones Pastorales 2019-2020

Monseñor Héctor Gallardo, vicario pastoral de Santiago, entrega detalles sobre las Acentuaciones Pastorales para nuestra arquidiócesis para el período 2019-2020. Los contenidos, que surgieron de representantes de las diversas comunidades de fieles, tuvieron como fuente de reflexión y meditación la “Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile”, enviada por el Papa Francisco en mayo de 2018.

Es preciso nacer de nuevo” se titulan las Acentuaciones Pastorales 2019–2020 de la Iglesia en Santiago, guía pastoral surgida de la Jornada de Planificación Pastoral desarrollada en agosto de 2018 en Punta de Tralca, con cerca de 200 asistentes provenientes de equipos pastorales zonales y ambientes de la Arquidiócesis de Santiago, comunidades parroquiales, movimientos laicales y comunidades de colegios y universidades católicas. De todos los representantes un 70% fueron laicos, y un 30% religiosos, sacerdotes y diáconos.

¿Cómo fue la génesis de estas líneas pastorales?

Fue un ejercicio de la sinodalidad de la vida de la Iglesia, que a partir de la Carta del Papa Francisco al Pueblo de Dios que Peregrina en Chile, en un clima de oración y de discernimiento, se trabajó en cada una de las comunidades eclesiales, parroquias, colegios y movimientos. Esta reflexión comunitaria de base la pusimos en común en una asamblea diocesana previa, en la que participaron más de 600 personas, que representaban a las diversas comunidades, en el mes de junio de 2018, en el Colegio de los Sagrados Corazones. La asamblea fue un hermoso ejercicio sinodal del cual surgieron líneas que fueron la base para un posterior momento de discernimiento y planificaciòn que se llevaría adelante en Punta de Tralca.

Una de las acentuaciones se refiere a una “Iglesia samaritana que practica el buen trato, la prevención de abusos y la reparación a las víctimas”. ¿De qué se trata concretamente?

Cuando en nuestra Iglesia el tema de los abusos comienza a brotar en distintas partes, se hace muy necesario que todos nosotros y los organismos eclesiales estemos atentos para dar respuestas adecuadas a aquellos que han sufrido algún abuso. No se trata solamente de actuar después de una situación abusiva, sino también de crear ambientes sanos y seguros en los cuales el abuso de poder, sexual o de cualquier otra índole se puedan dar. Es la Delegación para la Verdad y la Paz quien nos ayudará a enfrentar el abuso, de manera particular en las parroquias, colegios, movimientos y donde sea necesario.

El documento además dice que los agentes pastorales “deben” denunciar a la justicia civil y canónica abusos a menores. ¿Cómo debe aplicarse?

Es deber de todo agente pastoral denunciar cualquier tipo de abuso y denunciarlo donde corresponda, sea en el ámbito eclesiástico o civil. Desde hace ya algunos años hemos procurado que todos los agentes pastorales de nuestra Iglesia estén capacitados en la prevención de abusos. Es deber de cada uno de nosotros seguir formándonos en esta dimensión. También quiero recordar que no puede haber ningún agente pastoral en la vida de la Iglesia, que no haya realizado el módulo de prevención y de creación de ambientes sanos y seguros.

En relación a la acentuación “Iglesia misericordiosa que renueva su conciencia de ser Pueblo de Dios”, ¿cómo cree usted que podemos cambiar esta cultura clericalista tan arraigada en nuestra Iglesia?

Asumiendo todo aquello que nos corresponde realizar. En otras palabras asumir de manera adulta nuestras responsabilidades en la Iglesia. Es importante, como nos pide el Santo Padre, redescubrir nuestro ser Pueblo de Dios. Una manera interesante y hermosa es que nuestros consejos pastorales sean protagonistas de la vida parroquial, ellos no son el lugar donde el párroco va a confirmar lo que él quiere, o donde va a comunicar lo que él va hacer. El Consejo Pastoral es el lugar donde laicos, presbíteros, diáconos permanentes y religiosos disciernen desde su propia realidad y de su sector, el cómo asumir el desafío misionero que tiene la comunidad.

Sobre la acentuación “Iglesia, Pueblo de Dios que discierne y fortalece su vida comunitaria”, en una parroquia cualquiera de Santiago, ¿cómo puede llevarse esto concretamente a la práctica?

En primer lugar, fortalecer nuestra vida de oración y nuestra vida litúrgica. Darse los tiempos y espacios para practicar la Lectio Divina, poner todo el empeño en que nuestra parroquia no sea solamente un lugar donde se vaya a hacer cosas; catequesis o reuniones, sino que sea espacio de fraternidad en medio de la ciudad, que cada una sea un espacio comunitario.

Durante este año se llevará a cabo en Roma la Jornada Mundial de los Pobres, en la que Santiago será una de las sedes elegidas. ¿Por qué se nos invitó a participar y cuál es nuestro compromiso?

La Iglesia de Santiago siempre ha tenido una predilección por sus hermanos más pobres. Nuestra acentuación pastoral, nos invita a ser una Iglesia servidora con los rostros sufrientes concretos de hoy: nuestros hermanos migrantes, los ancianos abandonados, los jóvenes que caen en la droga, las personas que viven en situación de calle. Todos ellos son preocupaciones nuestras, porque son los rostros del Cristo sufriente. Seguramente no solucionaremos nosotros todos estos problemas, porque se necesitarán políticas públicas, pero nuestro corazón creyente que descubre a Cristo en la Eucaristìa, ese corazón no puede dejar abandonadas esas personas; tenemos que salir a su encuentro y esa es una actitud profética a la que estamos invitados como Pueblo de Dios. Al inicio del Año Pastoral la Vicaria Pastoral junto con la Pastoral Social Caritas, darán a conocer algunos de los hitos que se llevarán adelante este año en nuestra Arquidiócesis.

Acabamos de celebrar el X Sínodo de Santiago, el Sínodo de los Obispos y surgen muchas voces pidiendo renovación de estructuras. ¿Qué le diría usted a tanta gente que quiere cambios?

Creo que todos queremos renovar las estructuras que nos impiden anunciar a Jesucristo y su Reino. Una estructura no puede detener la vida de la Iglesia; yo invito a que tengamos la capacidad de cambiar las estructuras que sea necesario; la cuestión es que si no hay una conversión del corazón, en donde el centro sea Cristo, en donde el centro sea el hermano, seguiremos creando estructuras que impiden el crecimiento del Reino.

¿Cómo hacer para que estas acentuaciones pastorales no queden en letra muerta?

Tomarnos en serio y darnos cuenta que estas Acentuaciones Pastorales son también un camino de crecimiento espiritual. Que nuestros Consejos Pastorales y todos los organismos de comunión, sean lugares de verdadero diálogo y encuentro, y que bajo la acción del Espiritu Santo, sean capaces de discernir los caminos a seguir. Los pastores tenemos que redescubrir nuestra tarea de acompañamiento para con cada uno de los que nos han sido encargados. Tenemos que crecer en la conciencia que yo soy responsable de la Iglesia. Que tú eres responsable de la Iglesia, que no somos dueños de ella y que todos juntos, laicos, diáconos, religiosos y presbíteros tenemos que llevar adelante el anuncio de Jesucristo y su Reino, es decir la hermosa tarea de evangelizar.

La voz de las Vicarías y Delegaciones: 

P. Jorge Muñoz SJ Vicario de la Pastoral Social Caritas. “Desde la Vicaría de la Pastoral Social Caritas, y con la mirada amplia que nos dan nuestras áreas de acción y a través de los 23 programas que llevamos a cabo, queremos enfrentar, para este bienio, todas estas realidades de pobreza y ayudar a que otras personas se sumen a esta tarea apostólica. En estos dos años, en relación al llamado que se nos hace a renovar la opción preferencial por los pobres, queremos tener un discurso más protagónico y profético en materias de discusión pública como, por ejemplo, la nueva reforma laboral, la justicia ambiental, la realidad de los migrantes, entre otros temas”.

P. Ignacio Gramsch Vicario Zona Norte. “Vamos a enfatizar en la vida comunitaria y en el trabajo con los jóvenes porque tenemos más carencias por esos lados. Notamos que ha habido un alejamiento en las 38 parroquias de la zona y una de las vetas para llegar a los jóvenes es la misión evangelización. La fe se fortalece dándola y vamos a fomentar a nivel zonal que todas las parroquias hagan misiones de verano y que salgan. Por otro lado, lo que también nos interesa fomentar es la creación de comunidades pequeñas, donde los agentes pastorales vivan su fe en comunidad. Servir es una pastoral, es muy bueno, pero donde me alimento en mi vida de fe es en mi comunidad de vida”.

P. Andrés Moro Vicario para la Educación. “Estamos motivando y priorizando los cursos de prevención de abusos que tiene el Arzobispado pero, además, vamos a seguir trabajando la prevención a través del SEPEC con un curso especifico para todo el mundo escolar, invitando a los 400 colegios de inspiración católica que hay en Santiago. Es un curso alineado con la legislación vigente. En cuanto a la opción por los más pobres, los tres colegios del Arzobispado que quedan con financiamiento compartido están en camino a ser gratuitos, tal como los otros 23 establecimientos que ya lo son y que están en sectores vulnerables. Más de 30.000 alumnos están viendo beneficiados”.

Mónica Undurraga y José Manuel Borgoño Delegados para la Pastoral Familiar. “Vamos a insistir en que la familia sea una verdadera comunidad de amor. Nuestra atención pastoral irá enfocada a las personas que más están sufriendo como los viudos o la gente que por alguna razón está sola sin nadie que las atienda y acompañe. Este año, además, tenemos un plan para ir en ayuda de las personas que han tenido problemas en sus matrimonios, junto con el Tribunal Eclesiástico vamos a formar personas para que acompañen a quienes han sufrido una ruptura matrimonial y también para los que quieran reconstituir su situación familiar.

Arturo Valdivia Secretario pastoral de la Zona Cordillera. Vamos a fomentar la celebración de la Eucaristía como experiencia espiritual que se identifica con Cristo y transforma la vida de la comunidad, junto con fortalecer la conciencia y la praxis de pertenencia y corresponsabilidad de todo el Pueblo de Dios sin discriminaciones, elitismos ni clericalismos. Abriremos espacios de participación y responsabilidad de laicas y laicos. En relación a la tercera acentuación vamos a promover la acción social, siguiendo el modelo de Jesús que ve, ama, acoge, confía, repara y envía junto con asumir el encuentro mundial de los pobres. En principio, le daremos más relevancia a estas dos acentuaciones junto con los talleres relativos a la prevención de abusos.

Andrea Idalsoaga Delegada para la Verdad y la Paz. Tendremos un protagonismo importante promoviendo ambientes sanos y seguros, acompañando a comunidades y en especial el acompañamiento y reparación a las víctimas. En este sentido, este año daremos a conocer, a todos los ambientes eclesiales de la arquidiócesis, el procedimiento ad experimentun de acción y comunicación de abusos sexuales a menores cometidos por clérigos, que ya está en ejecución desde septiembre de 2018. También seguiremos formando agentes pastorales en prevención de abusos y promoción de ambientes sanos conforme a un renovado contenido. Vamos a fortalecer nuestro “Proyecto Repara”, donde damos acogida y atención sicológica y siquiátrica a las víctimas de abuso.

Marcelo Alarcón Encargado de Formación de la Vicaria para el Clero. Seguiremos desarrollando una pastoral entre sacerdotes, diáconos y esposas de diáconos, para que les ayude a discernir lo que el Señor les pide. Algunas actividades enfatizarán la segunda acentuación a través de los “Encuentros sacerdotales”. El “Curso de actualización Teológica” para sacerdotes y los “Miércoles de San Lorenzo”, para los diáconos, además de su Escuela de Formación Permanente que este año abordará temas de migración, salud, encarcelados, etc., promoverán el desarrollo de una Iglesia misericordiosa que renueva su conciencia de ser Pueblo de Dios y su opción por los pobres. Tendremos una estrecha colaboración con la Delegación para la Verdad y la Paz, colaborando así con la cuarta acentuación.

Juan Carlos Astudillo, Secretario ejecutivo Vicaría de la Esperanza Joven, “Nos hemos propuesto la creación de un Consejo Misionero de Jóvenes. Además nos preocuparemos fundamentalmente de recursos teológicos - pastorales digitales para fortalecer las vidas y experiencia de las comunidades cristianas de jóvenes. Habrá también nuevos micro proyectos solidarios donde jóvenes desarrollan acciones socio-pastorales. Queremos formar y acreditar a los agentes pastorales de jóvenes en materias de prevención de abusos y promoción de ambientes sanos y la implementación del plan piloto “Camino de evangelización para comunidades de jóvenes”, que será el inicio de la puesta en marcha de la renovación del Plan de la Esperanza Joven”.

Cardenal Ezzati: “Es preciso nacer de nuevo” (Juan 3)

Las Acentuaciones Pastorales de la Iglesia de Santiago para el bienio 2019-2020 destacan cinco criterios prioritarios con los que la entera comunidad diocesana procurará evangelizar la cambiante realidad y contribuir al caminar del Pueblo santo y fiel de Dios en el seguimiento de Jesús, como Iglesia misionera y misericordiosa que anuncia el Reino. Los términos “acentuaciones pastorales” dan cuenta de que se trata de aspectos que merecen y necesitan una peculiar atención y compromiso de toda la comunidad eclesial. Algunas de ellas forman parte del patrimonio más conocido de la Iglesia, destacada por el Concilio Vaticano II, el Magisterio de los Papas, de la Conferencia Episcopal de Chile y Latinoamericana. Se destaca “la opción preferencial por los pobres”, que renueva el propósito de estar junto a quienes más precisan, en las muchas nuevas versiones que la pobreza adquiere en las condiciones de la vida urbana moderna, y que el Papa Francisco nos ayuda a identificar, cada vez que se refiere a las periferias geográficas, existenciales y a las víctimas de la cultura del descarte: inmigrantes, personas mayores solas, los que viven en la calle, los privados de libertad, entre tantos diversos rostros de Cristo que nos acompañan diariamente. Es vocación permanente de la Iglesia que los más desamparados puedan recuperar su dignidad y, de ese modo, se transformen, ellos mismos, en ayuda para sus semejantes. Otra acentuación, que forma parte de la vocación permanente de la Iglesia, es “la opción por los jóvenes”, la que ha sido refrendada con la realización del X Sínodo de nuestra arquidiócesis, y con el Sínodo de los Obispos celebrado en Roma, en octubre de 2018.

Entre las acentuaciones pastorales que se presentan, figuran otras que constituyen desafíos urgentes para la comunidad cristiana. Entre estas, se encuentra el “Fortalecimiento de la sinodalidad y el discernimiento”, especialmente mediante la vida comunitaria, la participación y corresponsabilidad en la vida de la Iglesia de todos los fieles, no sólo de los clérigos y consagrados, sino de laicas y laicos, incluyendo su incorporación sustantiva en las estructuras formales (por ejemplo, consejos parroquiales, equipos de gestión y asambleas, entre otras). Dar impulso a este acento supone un gran compromiso cultural para la mentalidad predominante de la praxis de nuestras comunidades. El Papa ha recordado que todo el Pueblo de Dios está ungido por el Espíritu, a cuyo servicio están los pastores. Otra acentuación se refiere a la prevención del flagelo de los abusos en la Iglesia. Respondiendo a los imperativos de la verdad y la justicia y al clamor de los propios fieles, de la arquidiócesis, del país y del mundo, destacamos para este período “la opción preferencial por las víctimas de abusos”. El cierre de esta edición de Encuentro coincide con la celebración en Roma de la reunión de los Presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo destinada a la protección de los menores en la Iglesia. Francisco, en su intervención inaugural, ha pedido a los participantes su ayuda para formular medidas específicas y concretas que vayan más allá de la obvia expresión de condena contra estos delitos. En nuestro caso, a las acciones de prevención y de creación de ambientes seguros y donde reine el buen trato, llevadas a cabo en estos años y que merecen reconocimiento, hay que mejorar todavía “y mucho” lo concerniente al reconocimiento de los daños ya causados, la penitencia por los mismos, y muy especialmente la reparación a las víctimas. El documento de las Acentuaciones Pastorales (*) propone acciones en esos terrenos, incluyendo el reconocimiento público del daño cometido a través de signos concretos. Asimismo, se pide encarecidamente apoyar la tarea de la “Delegación Episcopal Verdad y Paz”, creada para acoger a las víctimas de los abusos y sus denuncias, y también colaborar con la justicia ordinaria en su tarea de persecución y sanción a los responsables de los crímenes. Las Acentuaciones Pastorales constituyen un valioso instrumento de trabajo para la vida comunitaria. Ayudan a fortalecer la vocación “sinfónica” de cada comunidad y la corresponsabilidad en la misión que Jesús le ha confiado en la específica realidad local en que se inserta. Necesitamos tener los ojos y el corazón muy abiertos para discernir el llamado del Espíritu. Allí es donde vienen tan a cuenta las palabras de Jesús a Nicodemo: para ver el Reino de Dios necesitamos “nacer de nuevo”, por el agua que nos hizo nacer a vida nueva y por el Espíritu que nos conduce a Dios, nos inspira y nos activa para ponernos en sus manos y a fin de descubrir y realizar su voluntad. Lo sabemos bien: la misión es de Jesús. El la confía a personas frágiles y limitadas necesitadas de escuchar una y otra vez la palabra del Maestro: “permanezcan en mi amor, porque sin mí no pueden hacer nada”. A su gracia confiamos nuestros propósitos.

 (*) El documento “Acentuaciones Pastorales de la Iglesia de Santiago 2019-2020” está disponible para ser descargado en www.iglesiadesantiago.cl

+ Cardenal Ricardo Ezzati Andrello, sdb Arzobispo de Santiago