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Jueves 29 de noviembre de 2018

Pastoral Familiar visitó comedor Fray Andresito

Compartir en torno a la mesa, bendecir los alimentos y entregar un kit de útiles de aseo, fue el objetivo de la visita del equipo de la Delegación para la Pastoral Familiar de la Arquidiócesis (DEFAM) al comedor “Fray Andresito”, ubicado en la Iglesia de la Recoleta Franciscana a un costado de la Vega Central. La actividad se enmarca en la Jornada Mundial de los Pobres convocada por el Papa Francisco.

Fotos: Camila González

Periodista: Natalia Castro

De lunes a viernes y a partir del mediodía, más de un centenar de personas llega hasta este templo esperando la apertura de las puertas del emblemático comedor que allí funciona desde los años setenta. Esperan por un plato de comida, probablemente para algunos representa el único alimento que ingerirán durante el día, pero además, muchos de ellos buscan también este espacio para compartir sus vivencias.

Sobre esta iniciativa, el delegado para la Pastoral Familiar, José Manuel Borgoño dijo, “esta actividad corresponde a una iniciativa liderada por el Papa Francisco desde hace ya dos años, y que consiste en tener un día dedicado a los pobres y que además es el Día de Cristo Rey. En este contexto, nosotros elegimos este comedor porque nos muestra una realidad muy distinta a la que nosotros vivimos y que está a solo pasos de donde trabajamos”.

Por su parte, la encargada de Formación de la DEFAM, María Paz Jorquera, profundizó en el sentido pastoral de esta visita y en lo que para ella significa en términos personales: “Lo importante es acompañar a las personas, no sólo traer una bolsita con útiles de aseo que probablemente les va servir mucho, pero también se trata de conversar con ellos. Yo me acuerdo mucho de la mamá del Padre Hurtado que le decía: Hijo no solamente regales un chaleco, lo que necesitan esos niños es que tú juegues con ellos, que pases tiempo con ellos”, y agregó que, “en el fondo es replicar eso, acompañarlos, que sepan que ellos no están solos. Al conversar con las personas uno se da cuenta de una tremenda historia, que los acompaña detrás y el saberse escuchado”.

El padre Adrián Arancibia OFM, quien es el guardián de la Recoleta Franciscana y que trabaja en la DEFAM comenta que: “La  Chimba era el sector al otro lado de Santiago, un lugar marginal desde La Colonia y por eso los Franciscanos se ubicaron acá. Tenemos cerca de doscientas personas almorzando acá de lunes a viernes y además el viernes en la noche tenemos cena y el sábado en la mañana repartimos desayunos para las personas en situación de calle”.

 

Cristo en los pobres

Alejandro Chandía, acude desde hace un año al comedor y señala, “Yo vivo en la calle, soy indigente de la Plaza Italia, pero soy agradecido del Señor por el plato de comida que me da y la única manera de gratificarlo, era proyectarlo con amor y el día que a mí se me da el plato de comida acá, comienzo a ser agradecido del Señor. Esta es mi casa, aquí yo tengo a un cura que es mi amigo, no es sólo un sacerdote, es alguien que me escucha, que me dio una mano”.

Sobre cómo llegó a este espacio de solidaridad explica: “Me acerqué acá, para ser digno ante los ojos de Dios y de mi familia. Yo tenía muchos problemas y no sabía cómo solucionarlos y me encomendé al Señor y me entregué por completo. Este año he vivido para Dios y ha sido dura la tarea y una lucha constante” y agrega, “hoy en día me amo, antes no me quería para nada, pero hoy me siento persona”.