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Martes 1 de septiembre de 2020

Servidores VEJ reflexionaron sobre el padre Hurtado

El espacio formativo, estuvo dirigido a todos los Servidores de la Esperanza y buscó profundizar en diversas dimensiones de la fe y de la contingencia. La jornada, contó con la participación de la Jefa Nacional de Pastoral y Capellanía del Hogar de Cristo, Francisca López. Participaron además 25 comunidades de servidores, provenientes de las siete zonas pastorales de la Arquidiócesis de Santiago.

Periodista: Danilo Picart

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Como todos los meses y desde distintos lugares de Santiago, los voluntarios que forman parte del Equipo de Servicio de la Vicaría de la Esperanza Joven, se reunieron el pasado 29 de agosto, para pensar su labor pastoral, desde el pensamiento de San Alberto Hurtado. El encuentro, se realizó a través de la plataforma Zoom y contó con la ponencia de la teóloga y Jefa Nacional de Pastoral y Capellanía del Hogar de Cristo, Francisca López.

La oración inicial, fue guiada por el Vicario de la VEJ, monseñor Cristian Roncagliolo, quien subrayó la importancia del contacto constante con Dios, a través de la oración, y que permite estar más cerca de los hermanos: “Estamos terminando el mes de la Solidaridad, un tiempo en que, en la fe, hemos renovado nuestro compromiso por los más pobres, por quienes sufren. También nos hemos renovado en la vida cristiana, que es volcada al amor a los demás”, indicó.

Contemplación y solidaridad

Posteriormente, Francisca López, animó la reflexión, destacando las experiencias personales y sociales que marcaron la espiritualidad de San Alberto Hurtado. En su presentación, la profesional destacó el vínculo entre la contemplación y la acción, al servicio de los más vulnerables: “Si quisiéramos caracterizar al padre Alberto Hurtado, podríamos decir que su actitud es fundamentalmente la de un corazón inquieto, que no descansa en conciencia aguda, una mirada crítica y un deseo profundo de justicia”, expresó.

A partir de esta presentación, la Jefa Nacional de Pastoral y Capellanía del Hogar de Cristo, invitó a una conversación abierta, donde los jóvenes voluntarios, reflexionaron sobre el mensaje que San Alberto Hurtado en la actualidad, y cuál es el rol que tienen como voluntarios del Equipo de Servicio de la VEJ.

En esa línea, precisó que San Alberto “consideraba que el pobre o los empobrecidos solo son identificables con el rostro de Cristo” y por eso, cree que toda su experiencia creyente, estuvo volcada a lo social y lo público: “En nuestra Iglesia, a veces somos dualistas para pensar y pensamos nuestra experiencia creyente de una manera más íntima, privada, contemplativa y no vinculamos nuestras opciones o esta relación con Dios, con nuestros movimientos más sociales o públicos. Entonces, la experiencia creyente no es solo una experiencia estética, que vivimos a través de los sentidos, sino que es una experiencia ética, llamada a transformar la vida entera”, afirmó.

En esta dinámica, afloraron palabras tales como: comunidad, acción social, familia, compañerismo, familia, encuentro con el Señor; las cuales, sirvieron para motivar la interacción y pensar en el rol que tienen como voluntarios y voluntarias, en la Iglesia del presente. 

Dimensión comunitaria de San Alberto

El Coordinador Arquidiocesano del Equipo de Servicio de la VEJ, Christian Peters, destacó que este espacio ha sido propicio para la reflexión en torno a las distintas dimensiones cristianas que sustentan este servicio en los jóvenes: “En el corto plazo el desafío es fortalecer la dimensión comunitaria de los diversos grupos del Equipo de Servicio, y en el largo plazo es dar a conocer la experiencia de servicio comunitaria y de acción, desde la dimensión misionera para que nuevos jóvenes se sumen a este voluntariado”, enfatizó.

Valentina Urra, integrante del equipo de servicio de la zona Oriente, destacó este espacio, como un lugar que brinda la posibilidad de generar un juicio y contribuir como jóvenes católicos, en esta crisis social y sanitaria: “Qué mejor que tener la perspectiva del Padre Hurtado, que en su momento fue un crítico a la sociedad, pero siempre desde la proposición y ayudando a quienes lo necesitaban. Él siempre tenía a Dios como guía y se ha transformado en inspiración para todo joven y para el Servidor de la Esperanza. Es necesario a tomar el ejemplo del Padre Hurtado, y de Jesucristo. Ser personas “incómodas” que hagan salir a los demás de la zona de confort y perder el miedo”, declaró.

Por su parte, Ramón Fajardo, del equipo de servicio de la zona Sur, resaltó lo dinámica de la actividad: “En mi caso personal, me agradó la forma de exponer y sobró todo lo de tocar temas que, a veces, son tabú dentro de la Iglesia y que para San Alberto Hurtado no lo eran. Me gustó mucho el enfoque histórico del contexto en que se encontraba Alberto, y de esta forma lograr enganchar con las demandas actuales. Siento que fue una instancia de crecimiento y cuestionamiento bien dirigida”, sostuvo.