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Jueves 2 de enero de 2020

Voz y proyecciones de la Iglesia joven ante el estallido social

Crisis de representatividad y una serie de demandas se han vuelto prioritarias para millones de personas a lo largo del país tras el estallido social. Conversamos con monseñor Cristián Roncagliolo, vicario general y de la Esperanza Joven, y dos jóvenes agentes pastorales que nos cuentan cuál es su visión y cómo proyectan la labor de la Iglesia frente a esta realidad.

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

Marchas históricas, toques de queda, saqueos, violencia, bailes y música. Seguramente faltan muchos más, pero estos han sido algunos de los hitos y contrastes que han marcado al país desde el 18 de octubre de 2019 cuando comenzó el denominado estallido social. Monseñor Cristián Roncagliolo y los jóvenes Patricia Peñailillo y Joaquín Eguiluz, agentes pastorales juveniles de las parroquias Santa Ana en Santiago y Santos Apóstoles de Recoleta, respectivamente, nos cuentan su postura ante todo lo que vive el país y qué esperan de la Iglesia en Chile.

¿Qué les ha parecido la cantidad de días que se ha prolongado todo el estallido social?

Monseñor Cristián Roncagliolo (MCR): Al ser tan complejo el problema, se explica la efervescencia que aún existe y que se manifiesta día a día. En las manifestaciones pacíficas vemos que se expresan reclamos importantes, pero también están las violentas, donde vemos expresiones que bajo ningún punto de vista pueden ser justificadas en la Iglesia.

Patricia Peñailillo (PP): Creo que este estallido social debe durar lo que tenga que durar, como dice el lema, "hasta que la dignidad se haga costumbre" y prime la justicia.

Joaquín Eguiluz (JE): Me ha parecido preocupante. Esto ha provocado un gran daño en todo ámbito. Creo que debe llegar el momento en que nos sentemos a dialogar y a proponer cuál es el país que queremos, con amistad cívica entre hermanos que comparten una casa común.

Son diarias las informaciones sobre manifestaciones pacíficas a lo largo del país, pero también saqueos y destrucción.

¿Cómo han tomado esta serie de situaciones?

MCR: Respecto de las manifestaciones pacíficas, es el legítimo derecho a expresarse en la sociedad y, en ese sentido, las manifestaciones revelan mucha variedad, en la que el elemento común es la sensación de exclusión, pero jamás la violencia. El saqueo y la violencia jamás tendrán un espacio en el corazón de la Iglesia. Por eso un elemento clave para el futuro es cómo trabajamos la inclusión.

PP: Quizá mi postura no es la políticamente correcta, pero entiendo la rabia de las personas, su enojo que viene desde la guata, desde el corazón, y siempre me pongo en el lugar del otro y, sobre todo, pienso qué haría si esto le pasara a mi hijo, a mi familia o mis cercanos.

JE: Hay una crisis moral que azota de manera muy firme en nuestra sociedad, de la cual aún no somos completamente conscientes y hemos cruzado una línea muy delgada validando acciones como la violencia y saqueos, sin distinción de poder ni del nivel socioeconómico.

En su calidad de vicario de la Esperanza Joven, ¿cómo ha manejado esta crisis entre los trabajadores y los propios jóvenes que participan en la vicaría?

MCR: Lo que siempre hemos trabajado es espacios de diálogo y encuentro para encontrar caminos de solución, siempre en positivo, porque también hay que hacer propuestas de esperanza.

Patricia y Joaquín, ustedes son agentes pastorales activos entre los jóvenes ¿cómo han enfrentado esta crisis social con ellos en sus parroquias?

PP: En la parroquia aún no hemos vuelto a la normalidad. Hemos conversado de lo que ha pasado, hemos liberado emociones y buscamos ser un centro de contención y de escucha para revitalizarnos. todos hemos compartido nuestras posturas, que son súper diferentes.

JE: Poniendo en el centro a Jesucristo, porque nuestro Señor habita en los más indefensos de nuestra sociedad, y un grupo que ha sido vulnerado históricamente, han sido nuestros niños, reflejados con el rostro de Jesucristo.

¿Qué labores esperan de la iglesia y cuál ha sido y seguirá siendo su aporte para seguir enfrentando sentimientos como ansiedad, incertidumbre y miedo?

MCR: toda crisis debe enfrentarse desde el modelo del Evangelio. Un cristiano es cristiano siempre y también cuando tiene opiniones encontradas. Los jóvenes son naturalmente inclusivos. Para el joven la diversidad no es una amenaza y en la lógica natural de un joven, siempre tratará de que todos estén dentro.

PP: De la Iglesia estamos bastante decepcionados, pero nuestro aporte como jóvenes y como parroquia es seguir demostrando en las calles este descontento social que se está dando.

JE: De la Iglesia espero que sea un lugar de comprensión, compasión y de misericordia, sea cual sea la situación personal. también la solidaridad y el respeto por la dignidad humana. Que sea una institución que mantenga firme sus principios del Evangelio.