Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Sábado 6 de mayo de 2017

Cardenal Ezzati ordenó a tres nuevos sacerdotes para la arquidiócesis

En una asamblea plena de alegría, fe y devoción, el cardenal Ricardo Ezzati ordenó presbíteros a Jonathan Muñoz, Marcelo Cabezas e Ignacio Pizarro, este sábado en la Catedral Metropolitana.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Dirección de Comunicaciones

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

El principal templo capitalino estaba lleno de comunidades parroquiales, familiares y amistades de los que iban a ser ordenados
Al comenzar su homilía, el cardenal Ezzati agradeció a las familias de los diáconos en tránsito que hayan acogido la vocación de sus hijos y hermanos, y expresó su gratitud también a quienes los acompañaron en sus años de formación y a quienes han rezado "para que la gracia de Dios encontrara en ellos un campo fértil donde crecer".
Luego, destacó que en este tiempo de Pascua "hemos sido invitados a experimentar la ternura del corazón de Dios. Un Dios rico en misericordia, que en su Hijo muerto y resucitado nos ha amado hasta el extremo, rompiendo las cadenas y liberando de la esclavitud del pecado".
Más adelante, el pastor indicó que Dios elige a personas débiles, "vasijas de barro", para que se manifieste en esa debilidad humana la vida de Jesús. Por eso, dijo, "el ministro de Cristo no vive abatido, desesperado, abandonado o aniquilado. Cree y sabe que Aquel que resucitó al Señor Jesús tiene la última palabra sobre el mal, para que sobreabunde su gracia y su ternura". También el Arzobispo de Santiago expresó que a los nuevos presbíteros les toca vivir su ministerio "en tiempos desafiantes, casi en un desierto de aprobación humana", y que "en medio del desierto de la cultura de hoy, el Señor los llama a ser sembradores de esperanza y de vida nueva, de esa esperanza y de esa vida nueva que no defraudan".
Finalmente, el cardenal Ezzati aseguró que "el sacerdote no es un ser solitario, es miembro del Cuerpo de Cristo, de la Iglesia, de una comunidad cristiana concreta".
Terminada la homilía los tres aún diáconos en tránsito, expresaron ante el obispo su disposición a recibir y ejercer el ministerio sacerdotal, tras lo cual cada uno, poniendo sus manos juntas entre las majos del arzobispo, prometió respeto y obediencia al pastor y a sus sucesores. Después de esta promesa, se cantaron las letanías, mientras los futuros sacerdotes permanecieron postrados totalmente en el piso. Luego, recibieron la imposición de manos del Arzobispo de Santiago y también de todos los presbíteros presentes, para dar paso a la solemne oración que los consagró como sacerdotes de la Iglesia.
Ya ordenados con el ministerio, fueron revestidos con los signos distintivos de la estola y la casulla; fueron ungidas sus manos con el crisma y recibieron el cáliz y la patena para ofrecer los dones eucarísticos en el altar.
Terminados los ritos de la ordenación sacerdotal, los nuevos presbíteros recibieron el saludo de la paz de parte del pastor y fueron presentados por éste a la asamblea, que los recibió calurosamente con espontáneos aplausos y vítores de alegría.

Sacerdotes del siglo XXI
Jonathan Muñoz, expresó su "gratitud al Señor por este tiempo, no solo del llamado sino de formar mi corazón como el de Jesús, el Buen Pastor. Con un poco de ansiedad no solo por la ordenación, sino por el servicio de entregar la vida por los hermanos. Par mí, ser sacerdote hoy es un privilegio, porque el Señor nos llamó en un tiempo que no es fácil, lo que implica el desafío del diálogo, de estar en salida, de aprender a escuchar y de no cansarse nunca de anunciar el Evangelio. El llamado en este tiempo es un regalo par a mí, un privilegio y un desafío que lo quiero tomar.
El padre Jonathan servirá como vicario en la parroquia Nuestra Señora de Los Parrales, comuna de San Ramón, Zona Sur.
Marcelo Cabezas manifestó que disfrutó el largo tiempo de formación en el seminario, y que no había dimensionado totalmente este ministerio, sino hasta ejercer por unos meses el diaconado. "La tarea principal de un sacerdote hoy es dar testimonio. El papa ha recordado mucho que las primeras comunidades se formaron por el testimonio de otros, y en ese tiempo había pocos cristianos. Eso es lo que nos falta a nosotros, como cristianos, como un pueblo unido, como Iglesia, dar testimonio, ser coherentes y aceptar nuestras incoherencias y trabajarlas. Tenemos que dar testimonio con la vida, vivir en Cristo", afirmó.
El padre Marcelo ejercerá como vicario en la parroquia Jesús Servidor, de Lo Hermida, en Peñalolén. Zona Oriente.
Ignacio Pizarro, que servirá en la parroquia Inmaculado Corazón de María, de la Zona Oeste, señaló que "consagrar la vida a Dios hoy, en este siglo XXI, tan necesitado de unidad, de alegría, de paz, de esperanza, de justicia y de amor, es algo que tiene todo el sentido del mundo". El padre Ignacio, que en nombre de los recién ordenados dio gracias por este ministerio a sus familias y formadores, llamó a los jóvenes a no tener miedo "de abrazar la cruz de Cristo, porque es el germen de la vida eterna".
Los nuevos sacerdotes celebrarán sus respectivas primeras misas este fin de semana con sus comunidades parroquiales.