Santiago tiene un nuevo sacerdote: bienvenido Padre Oscar Casanova

Más de 200 personas llegaron la mañana del sábado 23 de noviembre hasta La Granja para acompañar a Oscar Casanova, de la Congregación de los Sagrados Corazones, en su ordenación como presbítero. El rito se vivió con alegría y total entusiasmo de los presentes, quienes durante las dos horas que duró la eucaristía entregaron su cariño incondicional al, ahora, Padre Óscar.

La ordenación fue presidida por Monseñor Celestino Aós, Administrador Apostólico de Santiago, en compañía del provincial del Sagrado Corazón, René Cabezón. En su homilía, Monseñor Aós manifestó: "En estos tiempos cuestionadores y exigentes, purificadores y esperanzadores, Chile y el mundo necesita políticos, empresarios, profesores y sacerdotes santos. Sé un buen sacerdote".

El Administrador Apostólico de Santiago continuó preguntándose: "¿Para qué te envía el Señor? Para cantar las maravillas de Dios. (...) Quien reconoce y canta las maravillas de Dios en el pasado, en la historia de la salvación, no se amarra a añoranzas estériles, se compromete con el Dios que hace también maravillas hoy y quiere hacer maravillas a través de ti en el mañana. Los fieles de la Iglesia esperan que no te olvides ni desvincules del pasado, espero que tengas la libertad y el coraje para aceptar los desafíos del hoy y atisbar el horizonte del mañana", afirmó.

En la invitación a la ordenación aparecía un corazón en llamas, que el padre Oscar explicó: "El fuego es una imagen para hablar de algo de lo cual es muy difícil hablar, por eso se usan imágenes. Es difícil explicar la vocación en este tiempo de la Iglesia, está marcado por agridulces, por cuestionamientos. Yo creo que un cuestionamiento fundamental es qué clase de sacerdote quiero ser. En este contexto, y en este deseo personal y también comunitario de renovación de Iglesia, de tener que volver a mirar los orígenes, de tener que replantearnos muchas maneras de ser, yo creo que ahí el fuego, como experiencia fundante, como ese primer llamado ante todos y todas, puede ser un signo de renovación. De que lo que sea obstáculo salga y que aparezca lo que realmente importa, lo que siempre ha importado, que es ser seguidor de Jesús".

El padre Oscar agregó que este es un día muy importante, porque "renuevo el llamado de Jesús a mí vida. Tengo la impresión de que es un suelo sólido en el que puedo reconocer concretamente cómo puedo servir. Es hermoso descubrir dónde puedo servir, donde me siento llamado a servir".

Entre los presentes estaba su familia, los miembros de su congregación y de las comunidades en las que ha vivido su camino de fe. Oscar Casanova Carrasco, papá del recién ordenado sacerdote, afirmó que "este día para la familia es una gran bendición, y es importante porque mi hijo desde muy joven tuvo la vocación de ser religioso y verlo hoy día realizado, es lo más hermoso que nos ha pasado como familia".

La actual comunidad del nuevo sacerdote es el Colegio Sagrados Corazones de Manquehue, y su rector Fernando Maffioletti, también tuvo palabras para él: "Para nosotros es una bendición poder tener una vocación joven, del tiempo de hoy, para renovar nuestra Iglesia y su misión en nuestra sociedad. Que el Señor bendiga su vocación, que lo bendiga a él en el ejercicio del ministerio sacerdotal para nuestra Iglesia y para nuestro país", manifestó.