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Artículo

Martes 28 de abril de 2020

Secretarias y secretarios parroquiales compartieron con obispo Lorenzelli

Fueron 123 secretarias y secretarios parroquiales de la Arquidiócesis de Santiago, los que compartieron con el padre Alberto Lorenzelli, para reflexionar sobre el momento que vive la Iglesia y las personas tras la pandemia Covid-19.

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

La reunión virtual, que esta vez estuvo a cargo de la zona sur, comenzó con una oración y con la lectura del evangelio de los discípulos de Emaús de San Juan, lo que dio paso a la reflexión del padre Alberto Lorenzelli.
Para el obispo auxiliar de Santiago, la actividad "tenía como objetivo ser un momento de retiro espiritual y de reflexión. Meditamos sobre el tiempo Pascual que estamos viviendo, a través de las figuras de María Magdalena, los apóstoles Pedro y Juan y los discípulos de Emaús. Vivimos con alegría la resurrección de Jesús, superando el miedo, la desolación y las preocupaciones del momento y nos abrimos al gozo, la esperanza y la paz y que está vivo entre nosotros".

Añadió que "el clima silencioso y de escucha ha hecho de este espacio un momento agradable, de compartir y de retomar nuestras tareas cotidianas. Fue un bello momento para encontrarnos y en un contexto muy significativo por ser un tiempo de confinamiento obligado, en donde todos estamos encerrados en sus casas y en ese sentido, fue agradable verse, saludarse, escucharse y orar juntos".

Fraternidad y oración virtual

Cynthia Montecinos de la parroquia San Carlos Borromeo de La Reina, señaló sobre la reunión virtual que "fue buenísima y siento que fue un éxito para ser la primera vez. Monseñor Alberto Lorenzelli, siempre con las palabras precisas, sobre todo las historias de vida, relatos que dejan mucho para reflexionar".

Carmen Arriaza de la parroquia Cristo Evangelizador y Solidario de Cerro Navia, dijo que "quedé muy llenita con la reunión y con los mensajes. Vi como la sabiduría que se logró en la reunión, nos hace ver más el amor de Dios a cada uno de nosotros. Me hizo mucho sentido con todo lo que estamos viviendo, con el encierro y veo en todo eso, cómo el Señor nos ama tanto y nos hace sentir su presencia y el llamado a ser servidores para los demás".

Susana Sanhueza en tanto, de la parroquia Nuestra Señora Sagrado Corazón de Lo Negrete, agregó que "fue muy emocionante, una linda experiencia. Escuchar al padre Alberto y sus reflexiones fue una alegría, sobre todo en este tiempo que estamos pasando de pandemia, ya que hemos sentido mucha angustia y mucho miedo de lo qué va a venir. Se extraña mucho compartir con la gente, con las demás secretarias. Ojalá se pueda repetir".

María Segura de la parroquia Inmaculado Corazón de María, esta reunión "fue una experiencia nueva. Nunca había tenido una reunión virtual. Me gustó mucho lo que se habló, lo que pudimos decir nosotras. Fue una inyección de espiritualidad, ya que hay mucho temor y nos hizo muy bien. Nuestro trabajo al ser presencial, igual se hace necesaria. Hay muchos llamados y uno está ahí como nexo entre la gente y la parroquia. Por lo tanto, para mí, mi trabajo sigue siendo muy importante".

Maritza Aravena de la parroquia San Francisco de Los Pajaritos, extendió las felicitaciones: "Doy gracias a Dios por la reunión, porque nos pudimos ver. Fue muy hermosa la reflexión del padre Alberto. Si bien nos hace mucha falta vernos, también sabemos que todo esto es necesario y por nuestro bien. Siempre hace bien a oración y a seguir con fe que pronto nos volveremos a encontrar. Muchas gracias a todos los que hicieron posible esta reunión".

Por último, Eliana Fernández de la parroquia Santa Rosa de Lo Barnechea, expresó sobre la reunión que "fue maravillosa la forma en que nos volvimos a ver. Hay muchas que nos conocemos hace años y sólo habíamos hablado por interno, entonces esta forma fue muy bonita. Vi mucha participación, me gustó la forma en que el padre nos explicó lo que estamos viviendo y me ayudo a identificarme con esas personas que están sufriendo mucho y ponerse en su lugar, abriendo el corazón, intentando consolarlas. Doy gracias a Dios por hacernos instrumentos en gente que está esperando un abrazo y todo eso, es solo obra del espíritu santo".