Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Jueves 5 de mayo de 2022

Padre Andrés Moro celebró 30 años de sacerdocio

El Vicario para la Educación y párroco de La Estampa, presidió la eucaristía por los 30 años de su ordenación sacerdotal. La celebración estuvo marcada por la presencia de amigos y colaboradores, quienes concurrieron desde distintos lugares donde él ha servido a la Iglesia para dar gracias por su testimonio de entrega y compromiso social.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: Danilo Picart

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Es la tarde del lunes 2 de mayo y se respira el ambiente festivo en la parroquia Nuestra Señora de La Estampa, en Independencia. La música del patio que colinda con el templo, se mezcla con las conversaciones de numerosas personas que llegaron a este lugar, para saludar y acompañar al padre Andrés Moro Vargas, en la celebración de sus 30 años de ordenación sacerdotal.

Suena el canto inicial y la procesión hacia el altar estuvo encabezada por un grupo de laicos, quienes portaron el cirio y la cruz mayor. Detrás de ellos, caminan los obispos auxiliares de la Arquidiócesis de Santiago, hermanos sacerdotes, seminaristas y diáconos, los que acompañaron a padre Andrés Moro en esta Eucaristía.

En su homilía, el presbítero comenzó recordando el paso del tiempo y el contexto en que celebra tres décadas de sacerdocio. “Es bueno recordar y agradecer esta vocación, que a muchos quienes estamos acá, nos ha alegrado la vida. Es volver siempre a renovarla” expresó el padre Andrés y luego agregó que “mucha gente, desde afuera, ve la vocación de cura como un desperdicio o como algo que no tiene futuro. Nosotros creemos que Dios es el Señor de la historia y a cada uno que estamos acá, nos invita a vivirlo profundamente un camino de cercanía, de amistad, de encontrar en cada uno un vínculo con Dios y de darle sentido a la vida. Francamente y con verdad, yo le he encontrado sentido a la vida siendo cura. He descubierto que esa vida tiene sentido en la medida que uno la entrega al Maestro”.

Más adelante, padre Andrés indicó que el factor clave de su trabajo pastoral ha sido poder “descubrir dónde nos quiere Dios. Él se encarga de situarte y ser fiel a lo que te pide. Esa fidelidad se complementa con el cariño, la paciencia, la capacidad de perdón. Estos años me han enseñado a ser un mejor obrero, porque es verdad: uno se ordenó en la Catedral de Santiago un sábado 2 de mayo de 1992 con un grupo grande de hermanos. Uno se va dejando moldear por el Señor”. 

Finalizó su mensaje pidiendo que recen por él y su ministerio sacerdotal en la arquidiócesis. “Yo puedo decir hoy, que luego de 30 años yo ya elegí y aquí sigo sirviendo; amando al Señor que me tomó por el centro de la vida y me enseñó a otro gran hombre, como es el padre Esteban Gumucio. Yo ya elegí e invito a que ustedes sean valientes para vivir la elección que cada uno ha decidido para su vida”. 

La eucaristía estuvo marcada por diversas expresiones de cariño, en que sus amigos y colaboradores más cercanos quisieron agradecer su servicio durante el ofertorio. Al finalizar la misa, miembros de la comunidad parroquial de La Estampa presentaron un breve relato audiovisual de su vida sacerdotal, con los principales momentos en el camino con el Señor.

“Por eso soy sacerdote”

“Lo que me entusiasmó fue Jesucristo y entregar la vida por el Reino de Dios, por eso soy sacerdote”.  Son las palabras que padre Andrés Moro escogió para su lema sacerdotal. Fue ordenado presbítero el 2 de mayo de 1992 por monseñor Carlos Oviedo Cavada y su primer destino fue la parroquia Nuestra Señora de La Merced. En 1994 asesoró a las pastorales juveniles y vocacionales de la Zona Cordillera de Santiago y posteriormente asumió como párroco de la Parroquia Santa Rita en la comuna de La Reina. En 1999 fue nombrado Vicario Episcopal para la Vicaría de Pastoral Universitaria y en 2011 pasó a ser el Vicario para la Pastoral Social Caritas. Paralelamente, en 2015 asumió como párroco de Nuestra Señora de La Estampa en la Zona Norte y tras conducir por más de cinco años la VPSC, desde 2020 ejerce como Vicario Episcopal para la Educación.

A través de sus diferentes servicios, ha forjado amistades y testimonios que reflejan su sensibilidad humana y social. Así lo relatan Verónica Peñaloza y Laura Navas. Ambas son parte del equipo coordinador del Consejo Parroquial de La Estampa, y relatan cómo ha evolucionado la comunidad desde la llegada de padre Andrés. “Cuando nos dicen que llega un nuevo sacerdote, nos preguntábamos quién era. Fue impactante verlo llegar en bicicleta, con sandalias y nos asombró, porque nos empezó a llamar por nuestro nombre. Nosotros lo consideramos un «carro loco», porque con su entusiasmo inyectó a la parroquia de un nuevo impulso en que niños y jóvenes participan. Se está haciendo cada vez más pequeña las salas y este año, para catequesis, llegaron casi 120 niños. Algo jamás visto en años anteriores”, explica Verónica.

En tanto, Laura es de Venezuela y desde hace cuatro años participa en La Estampa. “Cuando llegué a este lugar, como cualquiera, venía a misa de domingo. Me acuerdo mucho el momento en que lo conocí, porque estaba despidiéndose de los fieles en la entrada de la parroquia y apenas le digo que en mi país participaba en una pastoral, me invitó a incorporar al equipo de liturgia. Desde ese momento, estoy incorporada a esta comunidad. Es muy fraterno, con los brazos abiertos nos apoya”.