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Lunes 13 de noviembre de 2017

Comunidad celebró Pascua del Padre Oreste Benzi

Con motivo del décimo aniversario de la muerte de su fundador, voluntarios, beneficiarios y trabajadores de la Asociación Papa Juan XXIII, celebraron la eucaristía con el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati.

Fotos: Omar González

Periodista: Andrea Ruz

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

El 2 de noviembre de 2007, el sacerdote italiano, destacado por su extensa vida pastoral y por su servicio de caridad hacia los más excluídos, partió al encuentro con el Señor. Hoy, diez años más tarde, su labor social trasciende de la mano de la Asociación Papa Juan XXIII, dedicada al apoyo y cuidado solidario de personas marginadas de la sociedad y que viven situaciones extremas, como la discapacidad, riesgo social y adicciones.

Por ello, para recordar su legado, la comunidad realizó una misa en su honor, la que fue presidida por el pastor de la Iglesia de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, en compañía del Obispo Auxiliar  y Vicario para el Clero, Monseñor Galo Fernández.

Al referirse a la labor del beato Benzi, el arzobispo lo calificó como un sacerdote extrahordinario, recordando su importante labor en la salvación de mujeres dedicadas al comercio sexual, y recordó un encuentro que sostuvieron, en el que conversaron sobre el compromiso de Jesús de estar siempre cerca de los niños y de los jóvenes, para abrirles las puertas de la esperanza, y para decirles que: "La vida de cada persona humana, aunque pase de repente por senderos oscuros es siempre una vida digna y tiene puertas abiertas hacia el futuro mejor que Dios quiera para regalarle a todas las personas".

Respecto a la asociación fundada por el padre Oreste, el pastor comentó que "el bien de todos, especialmente el de aquellos que más necesitan, depende de todos y también de nosotros. El que se supere la pobreza, el abandono, dificultades, no depende solamente de uno, sino que también de descubirnos hermanos y hermanas, responsables de lo que le pasa a nuestros hermanos".

"Una vida por amor" era el lema del padre Oreste y fue precisamente ello lo que hasta hoy destacan sus seguidores. "El mayor legado de nuestro fundador es su entrega de amor gratuito, pues a través de ello hemos descubierto que se abre un mundo indescriptible, solo por amor podemos recibir día a día una sonrisa, una acogida, aportar con un granito de arena para que otras personas estés cada día mejor", comentó Rodrigo Barraza, encargado comunicaciones y del área de administración de la comunidad Juan XXIII.

Emelina García es miembro de la comunidad Papa Juan XXIII. Junto a su esposo está a cargo Centro Cecilia Arrieta, que lleva adelante la asociación, conocido por la comunidad de Peñalolén como la "escuelita". Ellos están encargados de buscar los recursos para financiar el lugar y lo administran. "Este centro acoge a niños vulnerables, llegan después del colegio, reciben una colación, les brindamos apoyo escolar y les damos un espacio de juego y esparcimiento", comentó.

La señora Carmen Vera junto a su familia es una de las beneficiadas con la "escuelita". Aquí acogen a Tomás, su nieto, mientras ella y su madre trabajan. "No pude haber encontrado un mejor lugar para mi nieto, un establecimiento donde lo cuidan, donde está protegido, es como su segunda familia y lo digo de corazón. Acá no estigmatizan al niño, él es importante, lo ayudan con las tareas, le enseñan a respetarse a sí mismo, por lo que es un apoyo total para nosotros", expresó al término de la eucaristía.

En 2018 la asociación Juan XXII cumplirá 50 años de trayectoria y 25 con presencia en Chile. Hoy se plantean el objetivo de continuar trabajando por las familias y compartir la vida con los más necesitados.