Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Lunes 13 de junio de 2022

Iglesia de Santiago oró por la vida contemplativa en el mundo

Desde el monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad, en Las Condes, la Vicaría para la Vida Consagrada se sumó a la jornada Pro Orantibus, animando a los fieles a rezar por quienes han orado fervientemente por nosotros. 

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: Danilo Picart

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Este domingo 12 de junio, día en que la Iglesia Universal celebró la solemnidad de la Santísima Trinidad, se realizó la Jornada Pro Orantibus 2022. A través de esta iniciativa, se invitó a reflexionar y orar la vida de aquellos hombres y mujeres de fe, que en los monasterios de Santiago rezan fervientemente por todas las personas del mundo.

En el marco de esta festividad, la Vicaría para la Vida Consagrada invitó a dedicar un momento de oración en las misas de este domingo, y rezando por las vocaciones que se consagren al servicio del Reino de Dios, de manera particular a través de la Vida Contemplativa.

Asimismo, durante la tarde, se invitó a todos los fieles y comunidades, a sumarse al rezo de las Vísperas, desde el Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad, en Las Condes. En un ambiente de silencio y solemnidad, los religiosos de esta orden, liderados por el Abad Benito Rodríguez, guiaron esta oración, que fue transmitida por las redes sociales de Iglesia de Santiago.

El encuentro culminó con una adoración eucarística, en que pidieron al buen Dios por las comunidades consagradas de nuestra Arquidiócesis y del mundo.

Tras la actividad, el Vicario para la Vida Consagrada, padre Rodrigo Delazar, valoró la adhesión de los fieles, y sobre todo, el esfuerzo que han hecho conventos y monasterios, por sobrellevar este trabajo y nunca dejar de abrir las puertas de sus comunidades, para un íntimo encuentro Dios. “Fue una jornada de oración por aquellas hermanas y hermanos nuestros, que en la vida contemplativa han tenido que sufrir lo mismo que el resto de la población. Muchos conventos han tenido que permanecer cerrados por contagios y poco a poco vuelven a la vida cotidiana, abriendo las iglesias para compartir las liturgias, diferentes oraciones y la vida que tienen, con los demás".