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Domingo 2 de mayo de 2021

Celestino Aós: “Cualquier trabajo honrado es digno”

Junto a trabajadores y servidores públicos, este domingo la Iglesia conmemoró la figura de San José, elevando una plegaria a Dios por la dignidad del trabajo. La eucaristía, transmitida por las redes sociales de la arquidiócesis y a través de Emol, fue presidida por el Arzobispo de Santiago, cardenal Celestino Aós y concelebrada por el vicario de la Pastoral Social, padre Jaime Tocornal. 

Periodista: Bárbara Guerrero C.

La ceremonia inició con una petición al Señor por la salud de los enfermos y por el descanso eterno de los trabajadores fallecidos durante esta pandemia. Posteriormente, funcionarios de la Pastoral Social San José Obrero de la Municipalidad de Santiago y el vicario de la Pastoral Social, padre Jaime Tocornal fueron los encargados de leer la palabra. 

En tanto, el cardenal Aós se refirió en su homilía a los valores que Jesús aprendió de San José al comer el pan que es fruto del trabajo y la importancia que tiene compartir esa bendición en familia, juntos en la mesa, por más complicado que resulte en estos tiempos.

“Los que comparten la mesa, se unen, los que comparten la eucaristía se unen, los que trabajan se unen a todos los demás porque el trabajo lo ofrecemos para los otros (...) Cualquier trabajo honrado que uno realice es digno, porque es una colaboración con Dios, porque lo realiza uno mismo y porque vitaliza a la familia”, expresó.

Celestino Aós destacó además la importancia de valorar y remunerar de manera digna, especialmente aquellas labores que llamamos trabajos humildes, que la pandemia nos ha hecho redescubrir en su grandeza y en lo necesarios que son para que nuestra sociedad funcione. “La necesidad del trabajo, las prioridades que nosotros mismos vamos haciendo. Son las preguntas que debemos hacernos y que debemos pedir que respondan nuestros gobernantes y políticos, nuestros emprendedores y empresarios. ¿Qué significa el trabajo? ¿Cómo preparamos a nuestros jóvenes para el modo nuevo de trabajar? ¿Cómo se deben remunerar de manera que se eviten las escandalosas diferencias? ¿Cómo crear las nueva normalidad donde sepamos repartir el trabajo y sepamos remunerar sueldos dignos, pero no escandalosamente desmedidos?”.

Al finalizar su mensaje, el obispo llamó a los fieles a seguir el ejemplo de Jesús, alejándose del egoísmo y del pecado, para ser capaces de seguir la voluntad de Dios y dar frutos en abundancia. Al igual que en su mensaje del 1ro de mayo, destacó el compromiso de los trabajadores que pese a a adversidad cumplen sus funciones con esperanza, comprometidos con la construcción del porvenir de Chile, por el Bien Común. “Pidámosle a Dios que el trabajo pueda ser efectivamente una bendición que se multiplique en nuestra patria y que se vaya multiplicando en su dignidad, en relaciones cada vez más fraternas y cada vez mejores”.