Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Lunes 16 de octubre de 2017

Jornada Migrante: Acoger, proteger, promover e integrar

Con la finalidad de conocer las diferentes acciones puestas en marcha en la Pastoral de Migrantes de las diferentes zonas del Arzobispado, se reunieron diferentes agentes parroquiales en la II Jornada Arquidiocesana, para compartir y conocer las diferentes experiencias y dificultades en la implementación de su trabajo evangelizador.

Fotos: Omar González

Periodista: Lorena Martino

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

El Santuario Inmaculada Concepción en avenida Santa Rosa, comuna de La Granja -que activamente acoge la multiculturalidad del sector - fue el punto de encuentro. Aracely Orellana, del equipo responsable de la pastoral, y de nacionalidad ecuatoriana, fue la encargada de recibir a los 50 invitados de diferentes zonas de Santiago, quienes trabajaron en torno a los cuatro verbos propuestos por el Papa Francisco: Acoger, proteger, promover e integrar.

Monseñor Pedro Ossandón, Obispo Auxiliar de Santiago y Vicario de la zona Sur dio la bienvenida a los asistentes, contando cómo ha crecido este trabajo en las distintos sectores de la capital y que se ha ido fortaleciendo con la llegada de hermanos de distintas nacionalidades. Para ello se realizó la presentación del padre haitiano Jean Wesly Joseph, quien, por solicitud del arzobispado, viene a fortalecer a la Iglesia en el acompañamiento de sus compatriotas en la fe.

"Quiero contarles que de las 39 parroquias que hay en la Zona Sur, 15 ya tienen servicios para la familia haitiana, aunque muchas otras tienen servicios a otros inmigrantes", señaló el Vicario y luego solicitó al sacerdote Jean entregar unas palabras.

"Llegué el 15 de agosto, ya llevo dos meses en Chile y aunque me preparé un poco con el idioma, aún me cuesta mucho y hablo con mis hermanos que están en Chile y para ellos es aún más difícil, buscar trabajo, ir a una entrevista o incluso poder interactuar con los demás es difícil. Yo vengo a acompañarlos y ayudarlos en lo que más pueda a través de la fe", sostuvo el cura haitiano.

La sorpresa fue mayor cuando monseñor anunció que el padre Jean, ofrecerá una misa todos los domingos a las 17 horas en la parroquia Cristo Rey (de la Zona Sur), en creole y en francés, con la finalidad de entregar la palabra de Dios y poder acercar las dos culturas.

Posteriormente, el padre Marcio Toniazzo, brasileño y Director del Departamento de Movilidad Humana del Arzobispado de Santiago, realizó una oración en la que recalcó la importancia y el enriquecimiento cultural que traen los extranjeros a nuestro país. "El migrante siempre dice: el Señor es mi pastor, nada me ha de faltar. Aunque los migrantes pasen por oscuras quebradas. Es difícil esperar cuatro o cinco meses por papeles y documentos para conseguir trabajo o una vivienda. Es una quebrada difícil de pasar con la familia lejos, pero aún así, ningún mal los acecha si están con Dios", dijo.

Con estas palabras, el padre presentó una mochila, el ícono de los migrantes, con carteles que se desprendían de ella: silencio, alegría, familia, hijos, metas, profesión, esperanza, lágrimas y casa fueron los conceptos claves que definen su proceso.

El sacerdote, además agregó: "Es una riqueza grande y un orgullo ser partícipe de este trabajo. Es una alegría ver que nuestros pastores nos apoyan y acompañan. Tienen la migración como prioridad para trabajar con este pueblo de Dios".


Creando interculturalidad

En el encuentro se profundizó en los desafíos del presente y futuro de este servicio pastoral, aquí tres parroquias compartieron sus trabajos y experiencias en la acogida con el pueblo nómade.

Mientras que agentes pastorales del Santuario Inmaculada Concepción de La Granja contaron que en su programa tienen 230 personas inscritas, la parroquia San José Obrero de Lo Espejo, en tanto, detalló cómo en una de sus misas la Eucaristía es oficiada en español y traducida al francés. Finalmente desde la parroquia Jesús Servidor de Peñalolén relataron su experiencia en la casa de acogida que ha facilitado el proceso de llegada de los migrantes.

Cerca de las 11:30 de la mañana, arepas empanadas de pino, tequeños de queso, yuca, plátano frito y medias lunas de argentina, hicieron una pausa para compartirlas en un café intercultural, representativo de las nacionalidades presentes. Aquí, la Hermana Edna Hess, de la congregación Preciosa Sangre, agradeció la instancia: "Estuve encantada con las presentaciones, porque nosotros empezamos ese año con este trabajo y escuchar experiencias de otros lugares nos enriquece, porque tenemos las mismas dificultades y me da vuelta en la cabeza cómo podríamos tener una casa de acogida, que es uno de los grandes problemas al llegar al país, sobretodo cuando no manejan el idioma".

Posterior al descanso, los asistentes dialogaron sobre "Una mirada a la Familia Haitiana: eliminando estereotipos". Todo concluyó con la exposición de las redes de apoyo en el trabajo con poblaciones en situación de movilidad humana, a cargo de Delio Cubides, asesor socio-laboral y jurídico del INCAMI.