Un grano de arena puede detener la máquina de la violencia, maltrato y abuso hacia los niños, niñas y adolescentes

El seminario reunió a representantes de distintas instituciones gubernamentales, no gubernamentales y de iglesia, entre otras, para reflexionar sobre los mecanismos de protección, prevención y atención a los niños víctimas de abusos y la resiliencia. En este marco la Vicaría de Pastoral Social Caritas compartió su trabajo con el programa Grano de Arena, orientado a sensibilizar, educar al mundo educativo en torno a la violencia, desde la prevención.

Yolanda Urbina, encargada del programa de la Vicaría compartió en la primera jornada del seminario, la experiencia de la aplicación de Grano de Arena en Chile, destacando que “el objetivo es poner en alerta la violencia que sufren los niños y niñas y jóvenes en los distintos países. Desde esta perspectiva, un grano de arena puede detener la máquina de la violencia, maltrato y abuso hacia los niños, niñas y adolescentes. Es tiempo de dar espacio a los niños, niñas y jóvenes para que ellos puedan sentir la confianza y contar su experiencia de violencia”.

“La violencia contra niños y niñas ha aumentado en Chile en un 75,1% y en la Región Metropolitana el 41, 8%, según cifras del Ministerio del Interior. Esto nos indica que la temática de la prevención de la violencia y la promoción del buen trato es atingente en nuestro país”, expresó Yolanda.

Estas cifras se complementan con el primer informe del Observatorio de Niñez y Adolescencia que muestra que la violencia contra niños y niñas y adolescentes en el año 2013 el cual arroja que un 53,8% de los niños, niñas y jóvenes ha sido víctima de violencia extrafamiliar, un 28,5%  es víctima de violencia intrafamiliar y un 17,6 es víctima de violencia sexual y un 0,1% termina en suicidio.

En este contexto, el programa Grano de Arena desarrolla un trabajo basado en un vínculo con colegios de Santiago y un proceso participativo con los niños, niñas y jóvenes para visibilizar otras formas de relacionarse que no sea a través de la violencia.
 
El programa actualmente se desarrolla en las comunas de Maipú y Puente Alto,  en donde se han realizado encuestas a los niños y jóvenes de distintos establecimientos educacionales, para identificar a los adultos de referencia. De los datos obtenidos se evidencia que los tipos de violencia que los niños identifican como más comunes son los golpes, las peleas,  el bullying y las palabras groseras.

“Los niños reconocen la violencia en su escuela, es una forma cotidiana y se da en distintos momentos en el colegio, también se señala que los profesores son para los niños y jóvenes las personas en quién confiarían para contarles un episodio de violencia lo que hace muy importante seguir trabajando con los docentes porque pueden ser adultos de referencia para los niños y pueden comprometerse en trabajar por el buen trato en sus colegios”, explicó Yolanda Urbina


El seminario se desarrolló en la Universidad Católica desde el  lunes 31 de julio  y finalizó este martes 1 de agosto. En la inauguración de la actividad el Cardenal Ricardo Ezzati señaló que los niños son expresión viva de lo que significa el Reino de los cielos". Agregó también que una educación de calidad es un mandato que viene de la misma misión que Jesús le deja a su Iglesia como tarea a lo largo de los siglos, y que "la historia nos dice que trabajar por la dignidad de los niños no siempre ha sido una tarea fácil".

Taller Internacional de tutores de resiliencia

El seminario estuvo antecedido por el Taller Internacional de tutores de resiliencia, organizado por la Vicaría de Pastoral Social Caritas, Bice Internacional y la mesa Bice Chile.

El objetivo fue compartir experiencias del trabajo que cada grupo realiza con infancia y familia en contextos de vulnerabilidad y profundizar en algunos recursos y herramientas para acompañar de mejor manera procesos de resiliencia. Esta formación estuvo a cargo de la profesora Verónica Hurtubia de la Universitá Cattolica del Sacro Cuore.

La actividad tuvo lugar en la Casa de Ejercicios San Francisco Javier y contó con participantes de Paraguay, Uruguay, Argentina, Perú, República Dominicana, Italia, Suiza y Chile.