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Jueves 23 de diciembre de 2021

VPSC Caritas culminó misión en el norte de Chile en apoyo de las personas migrantes

Desde octubre hasta diciembre, la vicaría se ha desplegado en las diócesis de Iquique, Antofagasta, La Serena y Copiapó, para apoyar en las prestaciones de asistencia humanitaria a las personas migrantes y refugiadas.

Fuente: Vicaría Pastoral Social Caritas

Link fuente: www.vicaria.cl

En cada una de esta diócesis, profesionales de la vicaría y equipos locales han estado coordinando diferentes prestaciones de servicios a las personas migrantes y refugiadas que han llegado a las zonas del norte de Chile, en búsqueda de un mejor vivir.

Alimentación, arriendos de emergencias y subsidios de arriendo han sido las ayudas concretas que se han estado brindando para hacer frente a las necesidades de personas y familias migrantes. De acuerdo a información de la vicaría, en el mes de noviembre 121 personas recibieron subsidios de arriendo y 253 fueron apoyadas con alojamientos de emergencia. Además se brindó 12.600 raciones de alimento, 800 gift card multiuso para alimentación y 57 prestaciones de  orientación jurídica. Este trabajo además ha involucrado la participación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Acnur, entregando asesoría y apoyo psicosocial, jurídico y laboral para la población migrante y refugiada. 

“La caridad no tiene fronteras”

Para el Vicario de la Pastoral Social Caritas, padre Jaime Tocornal, es fundamental el trabajo en conjunto que se ha desarrollado con otras diócesis. El sacerdote, junto a una delegación de la Arquidiócesis de Santiago, viajó hasta Iquique y Colchane para constatar las necesidades de las personas. Esto se enmarca dentro de los esfuerzos que la VPSC ha desarrollado durante este último trimestre, que finaliza a fines de diciembre.

Es muy bonito hermanarse más allá y darse cuenta que la caridad no tiene fronteras”, comenta el vicario, en relación al trabajo colaborativo con los equipos de las diócesis. Asimismo, reflexiona sobre la compleja situación que viven los hermanos migrantes. Para ello, el sacerdote señala que “esto está recién comenzando” y advierte que hay que prepararse para un trabajo muy grande para el próximo año.

Prepararse significa acoger, atreverse a mirar a los migrantes a los ojos, acoger su dolor, reconocer que son personas. Han salido con lo puesto de su patria no por turismo sino por grandes dificultades,  tenemos que ayudarlos a reconstruir su historia para integrarlos y en esta línea nosotros tenemos mucho que compartir”, destacó.