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Jueves 25 de marzo de 2021

VPSC dejará de administrar Casa de Acogida de Sernameg

Luego de un proceso reflexivo llevado a cabo por la institución, se decide poner fin al funcionamiento de más de doce años de la casa de acogida Santa Ana, para mujeres víctimas de violencia de género.

La Vicaría de Pastoral Social Caritas del Arzobispado de Santiago (VPSC), en su compromiso con los más excluidos y excluidas de la sociedad, inició en marzo del 2008 el trabajo conjunto con el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg) para la implementación de una casa de acogida que entregaría protección a mujeres víctimas de violencia en con contexto de pareja, junto a sus hijos e hijas. En marzo del 2021, podemos decir que se atendieron a 862 mujeres con sus hijos e hijas, llegando a un total de 1.368 niños, niñas y adolescentes, alcanzando a trabajar con 2.230 interlocutores en los doce años de funcionamiento de la Casa Santa Ana.

Luego del estallido social y la posterior crisis socio sanitaria, la vicaría inició un proceso de discernimiento para reorientar sus esfuerzos, fruto del cual se decide terminar con la modalidad de trabajo residencial proteccional, para buscar nuevas estrategias preventivas y promocionales que nos permitan llegar a las causas del fenómeno. La Casa de Acogida Santa Ana, mantendrá su funcionamiento, traspasando la infraestructura, expedientes, el espacio y se favorecerá el mantenimiento del equipo técnico profesional.

El discernimiento llevado a cabo por la VPSC incorporó su la larga experiencia con la ejecución de políticas públicas, donde se han hecho distintos aportes al diseño de las mismas, como ha sido en acciones con personas refugiadas, con personas privadas de libertad, NNA trabajadores, entre otros y otras, ha sido posible identificar fortalezas y debilidades que desafían a los equipos a adaptarse constantemente.

Integrando el principio de subsidiariedad del pensamiento social de la Iglesia, la VPSC ha optado por complementar la oferta principal que entrega el Estado, más que seguir siendo una entidad ejecutora, buscando llegar a quiénes van quedando en el camino. Éste ha sido un aprendizaje de la situación de pandemia, donde las comunidades eclesiales han logrado llegar a personas que no han podido acceder a las ayudas del Gobierno, por ejemplo los migrantes indocumentados y las personas en situación de calle.

Hacia la etapa de recuperación, la VPSC quiere responder a las necesidades de sus interlocutores, más allá de lo que la política pública permite. Es por ello que se iniciará un proceso de salida progresiva de la ejecución de políticas públicas para levantar nuevos modelos y estrategias.

La Vicaría de Pastoral Social agradece el trabajo de todos y todas, quienes, durante estos años, pusieron sus talentos al servicio de las mujeres más necesitadas.