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Domingo 6 de marzo de 2022

Iglesia San Ramón acoge servicios religiosos de Carabineros

La parroquia, a cargo del padre Eduardo Heredia, reunirá en una misma comunidad tanto a los feligreses de este templo ubicado en Providencia como a los integrantes de la institución policial. El templo reemplaza así a la destruida iglesia San Francisco de Borja.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Felipe De Ruyt

En una solemne ceremonia realizada el sábado 5 de marzo en la parroquia San Ramón Nonato de Providencia, se concretó la asignación de este templo para los servicios religiosos de Carabineros de Chile. De esta manera, tomará el lugar de la antigua iglesia San Francisco de Borja, incendiada dos veces, en enero y octubre de 2020, durante disturbios ocurridos en el marco del estallido social.

Al mismo tiempo, asumió como párroco el sacerdote Eduardo Heredia, jefe del servicio religioso de la institución policial.

La liturgia fue encabezada por el Arzobispo de Santiago, cardenal Celestino Aós. Asistieron el general director de la policía uniformada, Ricardo Yáñez; el obispo castrense, monseñor Pedro Ossandón; autoridades de la Iglesia metropolitana; altos oficiales y miembros de Carabineros, oficiales de la Armada y de la Fuerza Aérea y fieles de esta tradicional parroquia del sector oriente de la ciudad.

Este templo tiene que ser, para los feligreses de esta parroquia y para los carabineros de Chile y sus familias, un lugar de reverencia y un lugar de cariño”, señaló el cardenal Aós.

En tanto, el general Yáñez expresó su agradecimiento en nombre de la institución que encabeza. “Este es el mejor regalo que han recibido los carabineros en el último tiempo. Esto nos alegra el alma y el espíritu, y nos permite seguir afrontando los desafíos que vienen con fe y esperanza”, reconoció.

Comunidad de creyentes

En su homilía, el Arzobispo de Santiago encomendó al padre Eduardo “ser un buen pastor para todos sus feligreses”.

También insistió que tanto para los fieles civiles como para los integrantes de la institución policial, la iglesia de San Ramón Nonato debe convertirse en un lugar de cariño y reverencia. “Vengan aquí a bautizar a sus hijos; a confesarse, para hacer sanados por Jesucristo; a recibir la Santa Comunión; a bendecir su amor en matrimonio, que forma familias cristianas; a rezar por sus enfermos; a presentar sus ilusiones y proyectos, y a entregar con fe a la plena misericordia de Dios a los que murieron”, afirmó.

Una parroquia es eso: una comunidad de creyentes que se reúnen no para enrostrarse y censurarse y condenarse, mucho menos para una lealtad mal entendida que pretende excusar u ocultar el mal. Nos reunimos para la verdad, con los ojos y los oídos bien abiertos”, añadió.

Cada cristiano, cada carabinero cristiano debe ser un testigo del bien y de la paz, de cómo el camino de la felicidad pasa por lo bueno y generoso. Que nadie ceda a la tentación de aprovecharse de maltratar a otro, porque la maldad y por la maldad no se construye un Chile mejor”, enfatizó.

El cardenal Aós encomendó a la protección de la Virgen del Carmen “a los Carabineros de Chile; a la Convención que redacta una nueva Constitución; a todo el pueblo de Chile”. “Que todos caminemos por la senda del diálogo y no de la violencia; por la senda de la honradez y no la de la corrupción; por la senda de la verdad y la justicia, y no la de la mentira y la injusticia”, agregó.

En su homilía, el cardenal hizo también referencia a la necesidad de paz en el mundo, frente a acontecimientos como la invasión rusa a Ucrania, en la línea de lo que ha manifestado el Papa Francisco. “Junto a la Virgen la guerra nos parece abominable, y son abominables quienes la fomentan y quienes, pudiendo evitarla, no lo hacen. La guerra es la expresión más brutal, indigna y miserable, la más canalla, de la violencia”, recalcó.

Reliquias de antigua iglesia

Uno de los momentos de mayor emoción en la ceremonia ocurrió cuando fue presentada ante el altar, para ser colocada junto a ese espacio, una sencilla cruz construida con madera proveniente de la iglesia arrasada por el fuego en 2020.

Presentamos esta cruz hecha con restos de madera de la anterior iglesia institucional, vandalizada y quemada por personas a quienes hoy ponemos en nuestras oraciones”, explicó el relator durante esta parte del acto litúrgico.

Esta cruz sacada de en medio de las cenizas representa la victoria de Cristo sobre la muerte, porque como se dijo: nos pueden quemar el templo, pero jamás nuestro espíritu y nuestra fe. Aquí está Jesús que renace en medio de la destrucción para darnos fuerza en medio de los conflictos que cada día enfrentamos”, agregó.

Del mismo modo, reliquias hechas con elementos rescatados del siniestro fueron presentadas al cardenal Aós.

"Somos una misma familia"

El nuevo párroco de San Ramón, a su turno, expresó tanto el recuerdo del dolor provocado por la destrucción de la antigua iglesia institucional como la esperanza al iniciar un nuevo camino en el recinto que estará a su cuidado. Tras agradecer al cardenal Aós, al general director de Carabineros y a quienes colaboraron “en la entrega de este maravilloso templo”, insistió en que tanto los feligreses como los miembros de Carabineros “somos una misma familia”.

La familia ha crecido. Todos, hombres y mujeres, niños, ancianos, sacerdotes, pecadores y santos, civiles y carabineros, somos una sola familia y somos la Iglesia Católica. Las puertas de este templo están abiertas y los brazos extendidos”, dijo el padre Eduardo Heredia.

El convenio suscrito por autoridades del Arzobispado de Santiago y Carabineros de Chile para realizar en la parroquia de San Ramón los servicios religiosos católicos de la institución policial tiene una vigencia de diez años prorrogables y rige desde el 5 de marzo.

Para los fieles de San Ramón, esta nueva dimensión de la iglesia a la que asisten regularmente viene en un momento en el que notan “un acrecentamiento de la fe” entre quienes se acercan a la comunidad eclesial.

Para nosotros es un desafío porque en realidad nunca imaginamos que íbamos a llegar a compartir la parroquia con una institución como Carabineros de Chile. Y ese desafío, frente a Dios y a la Virgen del Carmen, creo que lo vamos a sortear muy bien. Como dijo monseñor Aós, nuestra familia va a crecer y ojalá con el cumplimiento de la voluntad divina, que es lo más importante para todos nosotros”, expresó José Antonio Estay.

Otra feligresa, Isabel Céspedes, integrante del Camino Neocatecumenal, coincidió en que los integrantes de Carabineros y los fieles que concurren a San Ramón “formarán una misma familia”.

Tras la ceremonia, el general director de Carabineros se reunió con feligreses de la parroquia para compartir un café e impresiones sobre esta nueva etapa de la comunidad. “El general Yáñez estaba muy contento y agradecido. Él es muy católico y nos contó también el sufrimiento que experimentaron cuando quemaron su antigua iglesia, que fue algo muy triste para él y para todos los carabineros. Entonces, tener ahora una nueva iglesia ha sido muy emocionante para ellos”, relató Isabel Céspedes.